20. ¿Están...?

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Rodrigo y Rafael estaban en casa ayudando a sus hijos con sus tareas, el timbre sonó y Rafa fue a abrir. Recibieron la visita de Aristemo con las bebés.

-Hola muchachos, pasen- dijo Rafa-. ¿Cómo están?
-Igual, sin nuestras hijas no somos los mismos- dijo Temo.
-Tranquilos, ya verán que aparecerán.
-Muchachos, ¿todo bien?- dijo Rodrigo al verlos-. Niños, vayan a su cuarto porque necesitamos hablar con ellos.
-¿Podemos llevarnos a las bebés?- preguntó la pequeña Manolita.
-Manolita...
-No pasa nada, Rafa- dijo Ari sonriendo.
-Está bien, pero las cuidan bien.
-Si papá Rafa- dijo Brayan cargando a las dos bebés.

Los cuatro adultos sonrieron al ver a los niños irse, los Aristemo recordaban cuando sus hijas mayores cargaban a las bebés y eso los hizo sentirse tristes.

-¿Alguna noticia, Rodrigo?- preguntó Ari.
-La camioneta en la que llevaron a las niñas le perdimos el rastro- dijo Rodrigo-. Sabían lo que harían ya que la camioneta no tenía placas, pero creemos que no pudieron haber salido de Oaxaca.
-Eso quiere decir que siguen aquí, no están lejos.

Ari y Temo se sentían más tranquilos al escuchar eso, el saber que sus hijas se encontraban dentro del estado existían más posibilidades de dar con su paradero. El celular de Rodrigo sonó y de inmediato contestó.

-¿Diga?- contestó y su expresión se volvió de impacto por lo que escuchaba-. Mándeme la ubicación y en este momento voy para allá.
-¿Qué pasa Rodrigo?- preguntó Ari.
-Tienen que acompañarme muchachos, se trata de sus hijas.
-Rafa, ¿te podemos encargar a las bebés?
-Claro muchachos, vayan sin ningún pendiente.

Rodrigo se despidió de su esposo con un beso y se fue con los Aristemo al lugar de los hechos.

Llegaron al lugar que parecía ser un terreno baldío, había cintas amarillas que prohibían el paso. El corazón de los jóvenes papás latía muy rápido al pensar lo que pudieron encontrar en ese lugar. Los forenses buscaban alguna pista y uno de ellos le entregó algo a Rodrigo.

-Muchachos, tienen que ser fuertes para esto- dijo.
-¿Qué pasa Rodrigo?- preguntó Temo con un nudo en la garganta-. ¿Encontraron alguna pertenencia de nuestras hijas?
-Eso lo dirán ustedes. ¿Esto pertenece a sus hijas?

Rodrigo les entregó unas bolsas donde venía la evidencia, eran las playeras y faldas de la escuela, pero estas estaban manchadas de sangre.

-¡No Rodrigo, no nos digas que...!- dijo Ari alterado.
-Mandaremos a laboratorio para buscar rastros de ADN- dijo Rodrigo-. Podría tratarse de un caso de asesinato.
-¡No, no mis hijas!- gritó Temo y lloraba, fue grande el impacto de la noticia que repentinamente se desmayó.
-¡Tahi, Tahi!
-Atencion unidades, solicitamos una ambulancia inmediatamente. Tranquilo Ari, Temo va a estar bien.
-Rodrigo, yo desde el fondo de mi corazón siento que mis hijas están vivas. No quiero que Temo siga sintiéndose mal.
-No te preocupes Ari, buscaremos bien para confirmar que no se trate de un asesinato. Tu esposo te necesita en estos momentos.

Esto era el inicio de una pesadilla para los Aristemo.

Familia Corcega López 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora