Última parte, ahora sí

7 3 10
                                    

No tenía planeado publicar esto, pero lo acabo de recordar y creo que esta historia merece un final. ¿O no? Así que allá va. Muchas gracias por leer.


5/06/2021

    Es tu cumpleaños.

Y hay algo que me impide desearte un buen día. Te he felicitado, sí. Por nacer. A eso de las doce y ocho minutos. Y tú me has dicho que he sido la segunda. Me da igual. Lo he hecho a posta. No quería ser la primera. Total, si siempre quedo en segundo lugar. Para ti.

Un segundo plato. Del que comes poco porque estás lleno con el primero.

La segunda parte de una película. De esas que no suelen ser buenas.

Y a pesar de todo... Es un pequeño triunfo para mí, aunque no lo parezca. Aunque sea una tontería.

Hacerlo a posta.

Miré la hora, recordando que era el día y me he dicho: no, este año no. No más.

Y he enviado el mensaje más tarde. No mucho, porque me quería ir a dormir.

Y nada más responder, me dormí.

Ahora, veintitrés horas más tarde he entrado en el chat y me he quedado mirando el último mensaje. Uno mío, como siempre. Uno que puede ser respondido. Luego he subido un poco. Cada día soy yo quien acaba la conversación. A veces inconclusa.

Iba a preguntarte qué tal el día.

Si te lo habías pasado bien.

Iba a interesarme por ti.

Hasta que me he dado cuenta que ya no me interesa lo más mínimo.

Y eso me ha dolido.

Pero me he puesto música. He comentado una serie con una amiga. Me he lavado los dientes y luego tumbado en la cama.

Y he escrito «Es tu cumpleaños» mientras sonaba Colors of the wind de Tori Kelly.

Y luego he continuado con verdades. Las necesitaba soltar. Como tantas otras.

No voy a prometer ni decirme que no volveré a inspirarme o escribir sobre ti. No me gusta mentir y soy una dramática sin remedio.

Me gustaría...

Ahora que estamos así en intimidad, con confesiones que no interesan lo más mínimo, te voy a decir algo:

Gracias.

Por haberme hecho daño. Por haberme abierto los ojos. Por estar ahí cuando lo necesité.

Todo ello sin que te dieras cuenta, claro.

Gracias por las mentiras. Por la atención que no me has dado. Por tus comentarios negativos. Por no defenderme. Por no interesarte.

Por desearme porque no tienes a nadie más. Por engañarnos a todas. Por creer que por ser tú, entonces yo sí.

Que no.

Y te contesto por aquí: has hecho muchas cosas mal. Muchas. Tantas que no sabría por donde empezar si las quisiera enumerar. Pero no quiero. ¿Para qué?

Iba a decir antes que me gustaría que me gustases. Pero no lo haces. Tal vez en el pasado, al principio. Si es que no fue la emoción de ser interesante para alguien.

Menos mal que no.

Solo hay pena.

Lástima.

Por ti, y por mí. ¿Por qué seguir atada a... lo que sea que sea esto?

¿Por qué demonios dices que quieres tener sexo conmigo? Tienes no una sino dos novias. Que ni siquiera saben que estás con otra. Eso si no te lo has inventado. ¿Es que solo te intereso para el sexo? Comerme el coño, dices. Será si quiero. Y no quiero. ¿Acaso no me veías como a una hermana? ¿Es que a tu hermana le comerías el coño?

Me alegro de no haber quedado contigo cuando fui cerca de donde vives.

Menos mal.

Ya no quiero seguir. No quiero seguir esto. Escribir tampoco.

Estoy harta. Estoy cansada.

Ahora solo me apetece llorar mientras escucho música. No por ti. No te creas. Sino por mí, por el romance que me hace falta. Casi veinte años y...

Luego pienso en todo el daño que puedo recibir o causar y se me pasa un poco.

Pero no pasa del todo.

En este punto ya no sé ni qué escribo, solo suelto palabras, sentimientos, pensamientos. Completamente aleatorios.

Si total, solo mi yo futura leerá esto.

Buenas noches. Te quiero,

Alba.

Te quiero mucho.

🎉 Has terminado de leer Popurrí de pensamientos, sentimientos y poemas que mejor no leer. 🎉
Popurrí de pensamientos, sentimientos y poemas que mejor no leer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora