Popurrí de pensamientos, sentimientos y poemas que mejor no leer.

Fragmento de Secretos I

[Secretos es la historia que escribo en papel, si no quieres spoilers, no leas]

     "No hace mucho tiempo, en una aldea a los alrededores del bosque Oak, vivían personas pacíficas, que odiaban las guerras y disputas. Ayudaban a los que necesitaban comida, bebida y alojamiento. Tenían la mejor comida del mundo, porque la preparaban con cariño y amor.

     En este pueblo tan tranquilo, vivía una chica. La joven iba todos los días al bosque a recoger los frutos y las bayas de los árboles. Ella, mientras trabajaba, cantaba preciosas melodías, que hechizaban a los animales, incluso a los más fieros.

     Los árboles tampoco se salvaban, y ellos ayudaban a la joven a conseguir los frutos más ricos y mejores que tenían. La chica, en agradecimiento, componía nuevas canciones para los habitantes del bosque. Cuando se le acababan las ideas pedía ayuda a un joven del cual estaba enamorada secretamente.

     Un mal día, un ejército saqueó y quemó la aldea. Los únicos que sobrevivieron fueron aquellos que ni murieron ni fueron apresados para trabajar como esclavos. Los supervivientes se refugiaron en el bosque. Los soldados trataron de entrar, pero los árboles no se lo permitieron. Crearon una barrera de espinas mortales envenenadas. Los soldados cogieron hachas y parecidos, pero la madera no se rompía. Al final se rindieron, alegando que se morirían de hambre los pueblerinos encerrados en el bosque.

     La joven, que había sobrevivido, junto con su amado y otras quince personas más, pidieron ayuda a los árboles para darles algo de comer. Pero era invierno. Los frutales no producían ningún alimento. Tampoco pudieron rescatar nada del pueblo. Todo había sido destruido y quemado. No quedaba ni un triste osito de peluche, ni una miga de pan, ni una casa en pie. Los ciudadanos que fueron al pueblo volvieron entristecidos. Tampoco podían pedir ayuda a otros pueblos, estaban cansados, hambrientos y a muchísima distancia del pueblo más cercano.

     La joven, desesperada, cantó para intentar madurar a algún tipo de fruto. Consiguió su objetivo en pocos de los arbustos, pero estaban en mal estado. No nevaba. No llovía.

     Poco a poco los supervivientes murieron, hasta que solo quedaron los dos amantes. Los dos se amaban como si nada en el mundo pudiera separarles. Una tranquila noche, el joven se encontraba muy mal, y la joven intentó ayudarle.

     Pero no podía hacer nada. El frío pronto llegó a los corazones de la joven pareja. Los árboles, afligidos por la muerte de aquellos que habían ofrecido amor y refugio, pero a sí mismo no lo habían obtenido, acogieron al bebé que la última pareja había dejado. Y prometieron ofrecer, a aquellos que lo necesitaran, todo lo posible."

-Es una historia muy triste...-digo, adormilada.

-Duérmete, Kately, mañana será un día muy duro-me susurra suavemente.

Y así, acunada por sus dulces palabras, me duermo.