Cuando el amor llama a tu puerta

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Había una vez una chica feliz, con padre felices, amigos felices y una vida feliz. Pero toda esa felicidad se fue al desagüe.

Yo era una chica normalita, con padres normalitos, amigos "normalitos"  y una vida normalita. Hasta que toda esa normalidad se fue al desagüe.

Dejémonos de desagües y empecemos ya.

Yo escribía en un diario todo lo que en el día me sucedía.

Vaya, eso ha rimado.

El caso es que un día se nos presentó a la puerta un tarado de un par de años más que yo, borracho y fumado, pero bien bueno que estaba. Sucedió hace diez años, más o menos. Yo tenía quince añitos, nada más. En plena edad del pavo estaba yo.
Lo normal hubiera sido invitar al chaval a entrar hasta que se le pasara la borrachera , ¿no?

Bueno, pues yo lo que hice fue cerrarle la puerta en la cara y largarme a ve anime. Así soy yo.

El caso es que estaban mis padres, casual. Ellos le invitaron a entrar. ¿Te imaginas si hubiera sido un vampiro de TVD? ¡Estaríamos todos muertos! Normal que la gente desaparezca, como  veo en las noticias a diario.

Al entrar, el tipo buenorro abrió por primera vez los ojos y reconocí en su mirada que se había confundido de casa.

Nah, que va, para nada. ¿Acaso yo vivo en esta casa? Psss... que ocurrencias, por favor.

Se disculpó "amablemente" y se largó por donde había venido y no le volví a ver.

No, amigos. Sus palabras fueron estas:

"-Lo siento, me he confundido. Quizá... pero me quedaré un rato para ver si me baja la borrachera que llevo."

Aunque, ahora que recuerdo dijo algo como:

"-Lou sie hip nto, me he confoundiiido. Quisaaaaaa... pérohip me quedàgué hip un roato para vership me baha la borrashera que ievo achús."

Ajá, creo que eso se asemeja más. Lo dijo con la voz tan sexi que....

me fui corriendo a mi habitación a esconderme en el armario que siempre me lleva a Narnia. En serio deberíais venir conmigo un día. Conocí a Edmund y a Peter y a Caspian *insertar cara pervertida*. Y a Aslan, Lucy y al señor Tumnus. Y a muchos más.

En fin, que se sentó en el sofá, mis padres le dieron una pastilla antiresaca y el tío bueno se durmió con el dedo dentro de la boca como un bebé.

La parte del dedo en la boca me lo acabo de inventar :v

Yo me levanté por la noche para mirarle dormir y vi que se agitaba en sueños. Se despertó y se asustó tanto al verme parada al lado suya que casi tumba el sillón para atrás y se cae con él.

"-Coñó que susto, joder". Esas fueron las primeras palabras que me dijo.

Qué. A. Ma. Ble. Je. Je.

Le pregunté su nombre, pero solo me pidió agua. Bueno, pues a lo que me fui a por el bendito vaso de agua, el tipo se había quitado la camiseta que llevaba y estaba de espaldas de mi, a punto de quitarse los pantalones.

Popurrí de pensamientos, sentimientos y poemas que mejor no leer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora