Los secretos de Tyler Henderson

Capítulo 38

18 de septiembre, 2013.

TYLER.

—Quita esa cara, debes estar feliz por tu graduación —sugirió mi madre, por tercera vez en la tarde.

—Si ves que no quito esa cara es porque no puedo desfigurarme.

—Alza un poco la cabeza...

Lo hago de mala gana, me está colocando la corbata para la gran noche por la cual no estoy emocionado. El maldito baile de invierno me pica en las bolas, me voy a presentar y después me iré, no voy a tolerar estupideces de mis compañeros y profesores, suficiente tuve con aguantarlos todos estos años.

—¿Sabes qué? —alejo sus manos para sacarme la corbata— No voy a ir a una boda.

Lo tiro sobre la cama y hago lo mismo con el saco.

—¿No me veo guapo así? —señalo la camisa blanca con los primeros botones abiertos.

—Claro que sí, cielo —se acerca y deja un beso en mi mejilla.

—No hagas eso —me limpio el lugar con una mueca cuando deja su pintalabios ahí—. Desde ahora te advierto que no me tomarás fotos.

Agranda los ojos más de la cuenta con una sonrisa, ya le di la idea, no se le quitará de la cabeza.

Salgo de la habitación antes que ella.

El día se ve más extraño de lo normal, lo normal en el cielo londinense no es que esté tan negro como hoy, además, no anunciaron mal clima para esta semana, lo que lo vuelve más extraño.

Por fin dejaré de verle las caras a los idiotas de Ben y su hermano, espero se vayan bien lejos para no tener que estudiar en la misma universidad, me cambiaría las veces que fuera posible con tal de no tenerlos cerca.

—Oye, gracias por no ponerte corbata —agradece Mike, con una gran sonrisa partiendo su cara.

A diferencia de mí, si lleva un traje completo a la medida de color azul, se ha peinado el cabello hacia atrás y parece el futuro ejecutivo que planea ser en unos años.

—¿Darás algún discurso en el baile? —me burlo, ganando una mala mirada de su parte.

Comienzo a bajar las escaleras seguido de él, su parloteo me molesta la cabeza haciendo que mis ganas de fumar crezcan desde ahora. Me detengo a mitad de camino al ver a Abigail en la entrada principal, al hacerlo tan de repente Mike choca con mi espalda.

—Vaya... —lo escucho murmurar.

Que hermosa se ve, puedo decir que mi novia se ve como una hermosa princesa.

Lleva un largo vestido blanco de tirantes, en el escote hay un fino pliegue que se extiende hasta su muslo derecho dejando una abertura hasta esa pierna, se ha laceado el cabello dejándolo caer a un lado de su cara. Me parece demasiado bella en ese color.

Me acerco a su lugar haciendo que baje la mirada a sus zapatos de tacón plateados. Levanto su barbilla encontrando el leve sonrojo en sus mejillas, como siempre.

—Está muy bella hoy, señorita —la halago, dejando un beso en su frente.

Sonríe con timidez mirándome, me acerco a su oreja y al instante se le eriza la piel.

—Muy lindo tu vestido —susurro, llevando una mano a su trasero—, pero si el cierre no baja, te lo rompo.

Aleja mi mano antes de darme con su puño en mi brazo.