Capítulo 12

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NATASHA.

—Te amo, eres tan hermoso que haces que tenga vértigo. Eres lo mejor que me ha pasado este año, me alegro de haberte conocido y tenerte a mi lado, no sabes cuan...

—¡Deja de hablarle al perrito como si fuera una persona! —exclama Edna, frente a mi habitación.

Me levanto de la cama indignada mientras sostengo a Nutella en mi mano.

—¡Oye, también tiene sentimientos! —lo defiendo, besando su cabeza y él lame mi mejilla.

—Dudo que los tenga con ese nombre que le pusiste —alega, caminando hacia el pasillo.

Salgo de la habitación para seguir mi protesta por su falta de amor hacia mi perrito.

—Es un nombre original.

—¡Vaya nombre original!

—No le hagas caso, Nut, solo está celosa de ti —le susurro, acariciando su cabeza.

Ella bufa sentándose sobre el taburete frente a la barra que divide la cocina.

Miro al perrito en mi mano y sonrío. Ponerle Nutella no solo es por mi obsesión con el chocolate de avellanas, también es por su pelaje marrón al igual que sus ojos. Ben me lo regaló cuando cumplí un mes viviendo aquí, me emocioné mucho al ver lo tierno que era, y también porque mis padres no me dejaban tener una mascota cuando estaba con ellos.

Lo pongo en el suelo y se va a molestar a Edna que lo amenaza con patearlo si se acerca. La relación de estos dos es muy graciosa, el perrito ya tiene un mes viviendo con nosotras y ella aún no lo acepta, tampoco el hecho de haberlo llamado Nutella.

Es que vaya nombre de mierda, Natasha.

Más respeto, hay que ser originales.

Original mi cu...

—¡Muy bien! —suelto de repente, logrando que Edna le mire raro al igual que el perrito.

Edna es la chica que comparte el apartamento conmigo desde hace dos meses. En realidad, ella ya vivía aquí sola porque su antigua compañera terminó su estadía en la academia y se fue a otro país. Nos llevamos muy bien desde el primer día, ella es una persona muy agradable y su forma de ser me recuerda mucho a Anne, que también se lleva bien con ella porque la primera semana que la llamé por Skype, las dos se conocieron y empezaron a hablar.

Vivir con Edna también me ha ayudado a contagiarme de algunas de sus costumbres, es una chica muy independiente, segura de sí misma y franca, muy franca, incluso llega a ser un poco ruda, pero es parte de su personalidad.

Estar tanto tiempo con ella, ha hecho que me pegue de algunas de sus formas, como beber té por las tardes, correr por las mañanas (ojo que no me gusta levantarme temprano) antes de ir a la academia, usar más pantalones y los vestidos solo cuando vamos a una fiesta de noche.

Ya solo te falta coger como ella, que es casi nunca.

Controla tu vocabulario.

Me gusta que no sea el estereotipo de compañera de piso de universidad, no es muy empalagosa ni fiestera, tampoco me hace la vida imposible con nuestras diferencias al convivir juntas. Hasta me da lecciones de como ser una perra empoderada, así le dice.

—Esa maldita dictadora de Napoleón cree que estamos en una universidad —se queja ella, refiriéndose a su tutora.

—¿No estás tú en una? —pregunto irónica, con una sonrisa burlona.

—Sod off —pide en británico.

Si algo le gusta a Edna, es insultar constantemente, sea cual sea la razón siempre dirá un insulto. Cada que dice uno le pregunto qué significa en mi inglés y creo que algunas son muy fuertes, nunca escuché a los Henderson decir un insulto en británico, ya veo porque.

Los secretos de Tyler HendersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora