Capítulo 41

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TYLER.

Cómo explotar la mente de alguien en menos de una hora: tener varias personalidades en un solo cuerpo. Esa, es la mejor manera de joder a alguien para que comience a dudar de hasta su propio nacimiento.

Maldición, he sido engañado todo este tiempo, he estado con alguien que no existe del todo, estoy enamorado de alguien que no tiene cuerpo propio.

Esto es muy frustrante, demasiado para mí.

Ni siquiera sé qué pensar o cómo actuar ahora mismo, me siento raro, indignado y mayormente confundido. Es un sentimiento extraño, a nadie le gustaría que su novia fuera una personalidad creada, tampoco que se ha estado acostándose con el cuerpo de una persona desconocida, ¡y que dicha persona estuviera en su cabeza presenciando todo!

Me siento incómodo.

La miro de reojo un momento, a pesar de estar en el mismo auto, parece que estamos en diferentes lugares, no parece que esté junto a Natasha como hace una hora, puedo decir con certeza que el aura que tiene ella no es igual a la que siento con mi escritora.

Detengo el auto frente a la casa de los Brown, tenía un tiempo sin venir a esta aquí. La miro porque sigue igual, me devuelve la mirada sin mostrar alguna expresión facial.

¿Sería loco si dijera que no veo la mirada de Natasha ahora mismo? Porque esos ojos grises se ven sin emoción, sin esa chispa que siempre denotan al verme. Cuando Natasha estaba conmigo hace unos días, al menos podía ver dolor en sus ojos, la tristeza de haber perdido a nuestros hijos y a su mejor amiga, ahora no hay nada, es como si estuviera frente a un robot.

—Hablas en serio con lo de quedarte —replico otra vez.

Se queda mirándome fijamente, parece tener algún debate en su mente porque su ceño se frunce unos segundos.

¿Estará hablando con ella?

—Después de que termine la plática con Jeff, tienes diez minutos —anuncia, y sin esperar respuesta sale del auto.

¡Pretende que tenga conversación con Natasha en diez minutos cuando no pude hacerlo en nueve meses!

Bajo del auto azotando la puerta con fuerza, no puede venir a decidir cuánto tiempo puedo hablar con mi novia... bueno, técnicamente, es su cuerpo y es su creación. Pero ella decidió dejarla vivir, y en ese transcurso me conoció a mí, lo que equivaldría a que Natasha tiene derecho a decidir si quiere o no hablar conmigo.

Ni siquiera debería estar considerando hablarle, debió ser sincera conmigo, tal y como le he sido con ella, nada le costaba decirme.

Otro detalle que me confirma que esto es real, es la caminata, en definitiva, es real. Natasha no camina así de reservada, es suelta sin ser vulgar ni exagerada, pero la que está caminando delante de mí no denota nada de sensualidad, ni gracia, pareciera que lo hace automáticamente.

Se detiene frente a la puerta principal y pasa sus manos por su cabello mirando las puntas.

—Quiero hacerte dos últimas preguntas antes de esto —hablo, haciendo que se gire hacia mí—. ¿Cómo es que nunca he coincidido contigo estando con Natasha?

—No iba a trabajar —responde con simpleza, como si fuera normal.

—Pero a veces dormíamos... juntos —cuestiono, un poco incómodo por decirlo.

—Mi trabajo es muy delicado, no puedo estar faltando tanto —asegura—, pero como mi vida no es normal, he inventado que mi mamá sufre de epilepsia, cuando no puedo ir a trabajar es porque estoy con ella.

Los secretos de Tyler HendersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora