💄 Capítulo 4 💄

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Leana

Dios Ahora que hago, su mirada me escudriña y por un momento me siento desnuda.

— Buenas Noche — vuelve a decir.

Salgo de mi shock.

— Buenas Noche — respondo dando mi mejor sonrisa pícara — Bienvenido, póngase cómodo y disfrute — digo señalando el sillón y lo hace sin quitarme la mirada.

Hago la seña para que coloquen la música, la cual empieza a sonar por los parlantes de la habitación.

Me subo al tubo,doy mis mejores movimientos, mientras me voy despojando de lo único que cubre mi cuerpo un simple albornoz de satén, quedando me con un diminuto hilo de encaje que cubre mi intimidad y mis senos al completo desnudo.

Disfruto mi momento, sin quitar la mirada de la persona que me observa con el deseo marcado en sus facciones.

Me bajo y caminó hasta donde el, y empiezo bailar, hago movimientos según el ritmo de la musi, me coloco de espalda y me inclino donde le un vista de mi trasero, me voy bajando el hilo muy lentamente hasta dejarlo caer al piso y mi coño queda a la vista.

Me volteó y lo encuentro levantando, su respiración se nota irregular, bajo mi mirada y un bulto muy enorme se me marca en su pantalón.

Aparto mi mira y la llevó a su rostro, y en su mirada es lasciva.

— Nunca Había visto una chica como tú — dice con voz ronca.

Sonrió maliciosa.

— ¿Y cómo es una chica como yo? — pregunto seductora, haciendo me la inocente.

Y lo escucho reír bajito.

— Sexy, provocativa, perversa — son la palabras que salen de su boca mientras se sitúa frente a mi.

— Y con un coño muy apetecible — susurra con su rostro a milímetros del mio, y no se porque sus palabras hacen efecto  en mi.

Nos quedamos viendo el uno al otro, paso la lengua por mi labios y el baja la mirada a ellos.

Y todo pasa muy rápido, su boca devorando de la mía, sus manos viajan por mi espalda desnuda y llegan a mis nalgas, las aprietas y me da un azote que me hace gemir, detiene su asalto en mi boca.

Desciende hasta quedar a la altura de mi sexo.

— Separa las piernas — pide y obedezco su orden.

Comienza dejando pequeños besos por mis muslos, hasta llegar a mi Monte de Venus limpio de vellos, sube su mirada para verme y asiento otorgándole permiso, y empieza trazando pequeño círculos con su lengua por toda mi vagina, que envían escalofríos por mi cuerpo.

Lame, chupa y se come mi coño, muerde mi clítoris y gimo alto.

— Estoy Secar — le digo. Y acelera su lamidas.

— Dios más rápido — pido, la sensación es abrumadora e intensa. Succiona más fuerte.

—¡Ah!— grito y me dejo llevar por el orgasmo.

Se levanta, para agarrar me y llevarme al sillón, y posicionarme en cuatro.

— ¿Suave o Duró? — pregunta.

— Duro.

— Buena elección — dice y lo oigo reír.

— Inclínate un poco más.

Hago lo que dice, abriendo mis piernas para un mejor acceso.

— ¿Cómo se vería mi cinturón en tu cuello? — susurra en mi oído y sus palabras hacen que mi cuerpo se estremezca.

Pasá sus cinturón por mi cuello sin apretarlo.

Y siento como de una estocada me penetra.

—Estas muy apretada — dice y su voz ronca me enciende.

Disfruto de sus pene llenándome, el agarre de su cinturón sea apretado en mi cuello.

Nuestros gemidos se escuchan por toda la habitación.

Nos dejamos llevar y se siente tan rico su pene destrozando mi coño.

Aumenta la velocidad y se que está cerca.

— Grrr — gruñe cuando llega al orgasmo y yo tampoco tardó en llegar, siento como se vacía dentro de mi.

Ambos nos separamos y nuestras respiraciones son irregulares.

Lo veo subir su boxer Junto con sus pantalones, revisa que todo esté bien en el.

— Gracias — lo escucho decir y sale de sala.

Y las lágrimas no tardan en aparecer por mi rostro.

Soy una Puta.

Cojo el albornoz y salgo corriendo a mi camerino, me visto lo más rápido que puedo y me largo de allí.

— ¡Leana! — escucho a unas de las chicas llamar pero la ignoró, lo que quiero es Irme.

— ¡El pago! — es lo que logro escuchar por último pero ya estoy afuera del club.

Subo a uno de los taxis que hay fuera del club, le doy la dirección al señor de mi casa.

Cierro los ojos y me recuesto de la ventanilla.

Y no se en que momento me quedé dormida, pero lo hago con la esperanza de que algún día saldré de todo lo malo que hay en mi vida.

LEANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora