Solo se oía el sonido chirriante del ascensor y el movimiento irregular que hacía por el hueco del edificio.
—¿Seguro que es aquí? —pregunté en voz alta, un poco asustada por el vaivén irregular del aparato.
—Eso ha dicho —habló Hank mirando al androide situado entre nosotros. Este se encontraba con los ojos cerrados y no parecía escucharnos.
De pronto el ascensor se detuvo en el último piso con un balanceo. Me apresuré a salir por la puerta cuando se abrió seguida por Hank, el cual se burló de mi actuar asustadizo.
En la seguridad del piso firme bajo mis pies giré para ver que Connor aún estaba dentro. Entorné un poco los ojos por su extraño comportamiento. Di un paso más cerca pero sin llegar a entrar del todo.
—¿Vienes o qué? —oí la voz de mi amigo desde atrás. Llamé a Connor pero no respondió—. ¿Qué demonios pasa?
—No lo sé, no responde.
—Hay que ver... ¡Eh, Connor! —me tapé el oído izquierdo por el grito tan alto que dio y me quejé en voz baja. Aunque esto pareció dar resultado, ya que el autómata por fin abrió los ojos—. ¿Te has quedado sin batería o qué?
—Perdone, estaba haciendo un informe para CyberLife.
—Bueno, ¿y piensas quedarte en el ascensor?
—No, ahora mismo voy.
Hank no esperó más y se adelantó. Esperé a que Connor saliera y me apresuré en llegar a la entrada. El sitio parecía bastante antiguo, dado su estado. Eso o que lo limpiaban poco.
—¿Qué sabemos de este tío? —preguntó el teniente.
—No mucho. Un vecino dijo que oyó ruidos extraños que venían de este piso. Se supone que nadie vive aquí pero aseguró que vio a un hombre con un LED bajo la gorra —informó mientras se arrodillaba junto a un montón de plumas que había al lado de la pared.
—¡Ay, Dios! Si tenemos que investigar cada vez que alguien oye un ruido extraño, necesitaremos más personal.
Asentí dándole la razón y me posicioné al otro lado de la puerta para apoyarme en el marco.
—¿De verdad estabas haciendo un informe en el ascensor?
—Correcto —por la rapidez que tuvo al contestar pareció una respuesta automatizada.
Y es que en realidad no era humano.
A veces se me olvidaba. Se veía tan real...
—¿Con solo cerrar los ojos? —asintió en su dirección.
—Muy práctico —hablé pensativa. En realidad, eso era una ventaja.
—¡Ya podría hacerlo yo! —coincidió mi amigo, a lo que yo reí por el tono entusiasta y sarcástico que utilizó.
El androide llamó a la puerta y al no recibir respuesta nos miró, como pidiendo permiso para proceder. Le asentí para darle la confianza que necesitaba y nos anunció. En ese momento se escuchó un ligero barullo al otro lado de la puerta. Como si algo se hubiera caído. O alguien lo hubiera tumbado.
No perdimos el tiempo y desenfundamos nuestras armas. Hank se colocó frente a nosotros y yo iba hacer lo mismo con Connor pero este fue más rápido y puso su brazo en frente de mí.
El teniente tumbó la madera y se abrió paso. No me dio tiempo a asimilar el gesto del autómata cuando fue tras él. Tardé un par de segundos en volver a la realidad y seguirlos.
Fui recibida por muchas, incontables palomas. Cubrí mi rostro para evitar que chocaran conmigo hasta que no quedó ninguna en el pasillo.
Ingresé en la habitación y lo primero que advertí fue el olor para nada agradable a excremento de ave. Lo segundo fue el estado lamentable en el que se encontraba el piso.

ESTÁS LEYENDO
𝐀 𝐆𝐥𝐢𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐎𝐟 𝐇𝐨𝐩𝐞 || 𝐂𝐨𝐧𝐧𝐨𝐫 𝐱 𝐎𝐜 ||
RomanceEn el año 2038 los androides son una realidad para la vida cotidiana en Detroit. La tecnología ha avanzado a pasos agigantados y la mano de obra humana poco a poco deja de ser necesaria. Meghan es detective en el DPD junto a su compañero, el tenien...