—Sus vidas están en tus manos. ¡Es hora de que decidas qué te importa más! Él, ella, —nos señaló mientras desafiaba a Connor con la mirada— o la revolución.
—¿Estás bien, Meghan? —probablemente me había analizado o simplemente vio la expresión de ligero dolor en mi rostro, mezclada con la angustia de la situación.
—Tranquilo —traté de sonreír para calmarlo—. No le hagas caso, Connor. Haz lo que tengas que hacer, no te preocupes por nosotros.
—¡Eso! ¡Este no suelta más que mentiras!
—Lo siento, Hank, —dirigió sus ojos a los míos— Meghan. No tendríais que haberos involucrado en esto...
—¡Pasa de nosotros, hazme caso! —gritó Hank, siendo atosigado por la pistola del androide. Me posicioné a su lado, intentando que no se pegara tanto a él.
—Yo antes era como tú —oí que decía el castaño. El Connor falso se giró para prestarle atención—. Creía que solo importaba mi misión —hizo un esbozo de sonrisa, posando su mirada en mi dirección—. Pero un día lo entendí.
—Muy conmovedor, Connor —se burló—. Pero no soy un divergente. Soy una máquina diseñada para cumplir una tarea, ¡y eso es exactamente lo que voy a hacer! —alzó un poco más el arma hacia nosotros—. ¡Basta de charla! Es hora de que decidas quién eres de verdad. ¿Estás dispuesto a salvarles la vida? ¿O los vas a sacrificar?
Ni siquiera se lo pensó cuando dio un paso hacia atrás, levantando las manos y alejándose despacio del grupo de androides.
—Está bien, ¡está bien! Tú ganas...
El próximo movimiento, para ser sincera, no lo vi venir. De repente, el androide que nos apuntaba dejó de hacerlo para dirigir el cañón de la pistola hacia Connor. No lo pensé, así como tampoco lo hizo Hank, y me lancé para quitarle el arma de las manos. Connor levantó su propia pistola, apuntando hacia él. De una simple patada, me tumbó hacia el lado. De Hank también se deshizo rápidamente con un empujón. No éramos rivales para él, la fuerza que tenía era desmesurada.
Vi con horror desde el suelo como intercambiaban disparos, dándose en el mismo lado del pecho. Connor se lanzó hacia él, agarrándolo de la cintura. Se enzarzaron en una pelea a golpes cuando se deshicieron de la pistola que llevaba cada uno. Recogí la mía, ya olvidada en un rincón del suelo, mientras que Hank hacía lo mismo con las otras dos que llevaba cada uno. Mi amigo me ayudó a incorporarme, alejándome de la lucha.
En ese punto de la pelea, no sabía quién era quién. Vi por el rabillo del ojo que Hank levantaba la pistola, apuntando hacia ambos.
—¡Alto! —se detuvieron en seco. Uno de los dos estaba a punto de darle un puñetazo al otro, el cual estaba tumbado en el suelo. Se levantó cuando el otro aflojó su agarre, mirando con agradecimiento.
—Gracias, Hank. No sé que habría hecho sin usted.
—Deshágase de él, no pierda el tiempo.
Miré de un lado al otro, bastante confusa. La cabeza me iba a estallar y encima ahora teníamos el problema de que no sabíamos cuál era nuestro Connor.
—¡Soy yo, Hank! El auténtico Connor —habló el primero. El teniente ya no sabía a quién apuntar de los dos.
—Uno es mi compañero y el otro, un montón de mierda... ¿Quién es cada uno...?
—¿Qué está haciendo, Hank? —el que teníamos en frente habló, haciendo que le apuntara directamente. Observaba con atención los gestos de cada uno, intentando hallar alguna distinción—. Soy el verdadero Connor. ¡Déme el arma y yo me encargaré de él!

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𝐀 𝐆𝐥𝐢𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐎𝐟 𝐇𝐨𝐩𝐞 || 𝐂𝐨𝐧𝐧𝐨𝐫 𝐱 𝐎𝐜 ||
Roman d'amourEn el año 2038 los androides son una realidad para la vida cotidiana en Detroit. La tecnología ha avanzado a pasos agigantados y la mano de obra humana poco a poco deja de ser necesaria. Meghan es detective en el DPD junto a su compañero, el tenien...