Capítulo 17

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Connor's Pov

Al abrir los ojos, pude ver el extraño jardín a mi alrededor, pero había cambiado mucho desde la última vez que lo visité. El sitio idílico que solía visitar ya no existía, todo estaba oscuro y lleno de nieve a causa de la nevada que había en ese momento. Caminé por todo el lugar en busca de Amanda. Necesitaba respuestas. 

Todo era muy extraño, sí había notado en mis visitas anteriores algún ligero cambio en el tiempo y en el aspecto del jardín, pero aquella vez fue más exagerada la transición. Algo no andaba bien... 

Al pasar por al lado del monolito de piedras que siempre estuvo allí, me detuve por primera vez, advirtiendo un punto luminoso que no había visto o no era visible a plena luz del día. Me agaché para verlo mejor. En el centro, medio escondida por las rocas en punta, había una placa con el símbolo de la palma de una mano. Desactivé la piel de la mía, acercando las yemas de mis dedos a ese extraño objeto, pero tan solo rozar la placa el lugar tembló bajo mis pies. Sobresaltado, me eché hacia atrás, deteniéndose el movimiento en el instante en el que me alejé. 

Decidí no acercarme más a la estructura, alejándome hacia uno de los tantos puentes que había. 

«Qué extraño...»

No muy lejos de mí, me esperaba mi mentora, Amanda. Estaba de espaldas y con los brazos cruzados. Supuse que estaría disgustada debido al fracaso de la misión. Cuando se giró y vi su expresión, mis sospechas se afirmaron. 

Amanda: Confianza

—Después de lo que ha pasado hoy, el país está al borde de una guerra civil. Las máquinas se están alzando contra sus dueños.

Supe enseguida a qué se refería. Markus, el líder de los divergentes, había organizado una marcha pacífica, pidiendo que les concedieran los derechos que se merecían. Tuvieron que retirarse a causa de la actuación del FBI, los cuales no duraron en dispararles, pero el mensaje quedó claro y conciso para todos. 

—La única opción de los humanos es destruirlas —sentenció. Fruncí el ceño ante eso. Una condena en toda regla.

—Creía que Kamski sabía algo... —titubeé al hablar, recordando lo sucedido hacía apenas unas horas atrás—. Me equivoqué...

—Quizá sí sabía, pero elegiste no preguntar —su tono era duro, decepcionante.

Amanda: ↓

Amanda: Neutral

—¡Elegí no jugar a su retorcido juego! —me mostré emocional ante la acusación. No era justo—. ¡No había por qué matar a ese androide!

Inestabilidad del software: ↑

Amanda: 

—Vi una foto de Amanda en la casa de Kamski. Era su profesora  —ya era hora de ir descubriendo la verdad de todo lo que se me había estado ocultando, lo cual parecía ser mucho.

—Cuando Kamski me diseñó, quería una interfaz que tuviera un aspecto familiar. Por eso eligió a su antigua tutora. ¿A dónde quieres llegar? —intentó no cambiar su semblante, pero la noté sorprendida.

—¿Kamski diseñó este lugar? —miré a mi alrededor.

—Él creó la primera versión, que se ha mejorado mucho desde entonces. ¿Por qué lo preguntas? —no estaba acostumbrada a que yo fuera el que hiciera las preguntas.

—Usted no me contó todo sobre los divergentes, ¿verdad? —mi semblante se tornó serio, sombrío. Aquella persona que tenía delante... Ni siquiera sabía qué era.

Inestabilidad del software: 

—Tu misión es buscar respuestas, Connor. No hacer preguntas —ya había dejado de lado su fachada serena y se mostró con ira contenida.

Amanda:

Amanda: Desconfianza

—Me parece que pasar tanto tiempo con los humanos, ha hecho que tengas ideas equivocadas de lo que en realidad eres —dio un paso en mi dirección.

—¿A qué se refiere? 

—Tu relación con la Detective Wright no está resultando muy buena para la investigación —en su tono advertí una acusación. 

—Mi relación con Meghan es asunto mío, Amanda. No tiene nada que ver con la investigación, ni con usted —dije con firmeza. 

Inestabilidad del software:

Sus ojos relampaguearon, por mi tono y la seguridad con la que lo dije. No le gustaba que replicara, que dijera lo que pensaba al respecto. Tan solo quería oír lo que le interesaba, no lo que yo tenía que decir. 

—Eres el único que puede impedir una guerra civil —dio un paso más hacia mí. No se me escapó su maniobra, el querer cambiar el eje de la conversación—. Encuentra a los divergentes o reinará el caos —sentí que me pesaban los párpados. Cerré los ojos y las últimas palabras que oí de ella fueron definitivas—. Es tu última oportunidad, Connor.

Cuando los volví a abrir, me encontré sentado en el pupitre junto a Meghan. Estaba hablando en voz baja con Hank mientras alternaban miradas y las dirigían hacia el despacho de Fowler. Al darse cuenta de mi cambio, los dos me miraron con algo de preocupación.

—Por fin estás de vuelta.

—Vaya viajes astrales que te das, Connor. Ya te vale... —el teniente negó con la cabeza, sentándose en la mesa mientras se cruzaba de brazos.

—¿Aún no nos ha llamado? —pregunté. 

—No, parece que pasa de nosotros —la castaña alzó una ceja con algo de ironía y frustración. 

—Debe estar mosqueado, después de todo, aún no tenemos nada —Hank se mostró tranquilo, pese a la incertidumbre de la situación. En ese momento, la puerta del despacho se abrió haciendo que giráramos en su dirección para ver al señor Fowler de pie en las escaleras. 

—Pasad.

Intercambiamos los tres una mirada antes de ponernos de pie. La tensión se podía cortar con un cuchillo.

A partir de ahí, solo quedaba un camino a seguir. No había opción de retroceso. 


𝐀 𝐆𝐥𝐢𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐎𝐟 𝐇𝐨𝐩𝐞 || 𝐂𝐨𝐧𝐧𝐨𝐫 𝐱 𝐎𝐜 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora