𝐀 𝐆𝐥𝐢𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐎𝐟 𝐇𝐨𝐩𝐞 || 𝐂𝐨𝐧𝐧𝐨𝐫 𝐱 𝐎𝐜 ||

Capítulo 26

La nieve caía suavemente sobre el asfalto, fundiéndose hasta derretirse, formando un charco minúsculo de agua. Mis pensamientos se enfocaron en ese insignificante fenómeno que veía una y otra vez a través de la ventana. 

Tomé la taza que tenía en mis manos para acercarla a mis labios. El café ya se había enfriado hace rato. Suspiré al sentir la sensación de frío incómodo y me tapé más con la manta. 

Hacía más de una semana desde que los androides consiguieron la libertad.

No lo había visto desde entonces.

Nada. No sabía nada de él. 

Cuando regresamos del centro de salud, ya con la herida debidamente curada y tratada, decidimos buscar a Connor. No lo encontramos en ninguna parte de la ciudad. Pensé todo lo malo que le podía haber pasado y la sensación de angustia volvió a mí como si estuviera viviendo ese preciso momento. Me dieron ganas de vomitar el poco café que había ingerido. 

No paré de buscarlo ni un solo día, aunque Hank insistiera en que debía descansar. No me importaba. Necesitaba encontrarlo. 

Llegué hasta tal nivel de desesperación que incluso quise abrir un caso para investigar su desaparición. Pero las cosas estaban tan en el aire al principio con el tema de los androides que Fowler me lo desaconsejó. Entré en cólera, pero no por eso desistí. Investigaría por mi cuenta con la ayuda de Hank y Chris, quien se había ofrecido a ayudar en la causa. 

Al ver que no conseguía nada, se me ocurrió preguntar a las últimas personas que lo habían visto.

Flashback

—Meghan, ¿qué haces aquí? No te esperábamos.  

El moreno se acercó a mí con el ceño fruncido. Me quedé en la entrada, observando mi alrededor por un momento. 

—Siento la intromisión.

—No debes disculparte, eres bienvenida —se hizo a un lado, invitándome a entrar—. Pasa.

—Gracias... —algunos androides me saludaron respetuosamente cuando me vieron. Markus me guió hasta donde se encontraban sus amigos. 

—¡Meghan! ¡Vaya sorpresa! —me saludó Simon con efusividad. 

—Veo que os va muy bien —intenté esbozar mi mejor sonrisa, aunque mi ánimo no acompañara mucho. 

—Sí, no podemos quejarnos —admitió Josh—. Las cosas están yendo despacio pero el esfuerzo será recompensado en el futuro.

—Organizamos este lugar para la gente que no tiene a dónde ir todavía —explicó North al ver mi confusión—. Digamos que es algo provisional. 

—Es muy buena idea. El gobierno aún no da soluciones.

—Los hemos pillado desprevenidos —bromeó Simon, causando una risa por parte de Josh—. Así que les damos un ligero empujón. 

—¿Podemos ayudarte en algo? —dijo Markus, el cual se puso al lado de North—. No tienes muy buena cara. 

—La herida ha sanado bien, ¿no? —Josh y Simon parecieron notar algo raro en mí también, achacándolo a mi mal estar físico. 

—Estoy bien, solo fue un rasguño —le quité importancia. Ese era el menor de mis problemas—. Me alegro mucho de volver a veros, chicos. Pero, en realidad, he venido porque no sé nada de Connor desde que liberó a los androides de la torre CyberLife. Puede que vosotros sepáis sobre su desaparición. 

Se miraron entre ellos, confundidos y algo preocupados por lo que les dije.

—No lo he visto desde que nos encontramos en la Plaza Hart —Markus fue quién decidió tomar la palabra—. Después del discurso nos despedimos y cada uno siguió su camino.