Me desperté a regañadientes cuando escuché el sonido de mi alarma sonar desde la mesita de noche. Las siete de la mañana marcaba mi teléfono. Me incorporé apartando las sábanas y suspirando. No tendría que haber leído hasta tan tarde. Supongo que me pasa por ansiosa.
Me duché y arreglé antes de empezar a hacer el desayuno. Aún tenía tiempo, así que me recrearía un poco más de lo normal y disfrutaría de la mañana.
Pero el destino tenía otros planes para mí, por lo visto. Estaba a punto de llevarme la tostada, recién salida del tostador a la boca cuando oí el timbre de la puerta sonar. Fruncí el ceño, extrañada. No esperaba visita y mucho menos tan temprano.
Dejé el trozo de pan en la encimera para averiguar de quién se trataba. Un rostro tranquilo y otro algo mal humorado me recibieron al abrir.
—Buenos días, Meghan —saludó Connor educadamente.
—Lo serán para ti —añadió el teniente a su lado.
—Hola... Vaya sorpresa, no os esperaba —dije confundida pero contenta de verlos.
—Vino a buscarme a casa. Así se segura de que llegue a hora, según él —miró con mala cara al androide antes de devolverme la mirada—. Insistió en pasar a por ti.
Miré al castaño, quien me sonrió dulcemente, causando que me pusiera un poco nerviosa.
—De esta forma no tendrás que ir en tren hasta el departamento, el tiempo no acompaña —señaló al cielo, dándome cuenta de que estaba empezando a nevar y seguramente iría a peor con el paso de las horas.
—Oh, qué atento —le agradecí, considerando su gesto como un detalle bastante bonito.
—Vale, ¿podéis dejar la charla empalagosa? Me estoy congelando el culo aquí fuera —Hank se hizo paso entre nosotros y entró en casa, refunfuñando como siempre. Negué con la cabeza, acostumbrada a su comportamiento. Si Connor lo había despertado a timbrazos, seguramente no había ayudado a que se despertara de buen humor. Al ver a mi compañero aún parado en la entrada, me hice a un lado para que pasara también, cosa que hizo sin pensarlo mucho.
—¿Se os ofrece algo? —pregunté señalando la cocina.
—¿No tendrás algún que otro donut?
—Me temo que no. Los que te dejaste la última vez que viniste caducaron y los tuve que tirar.
—Bueno, en ese caso, un café está bien —dijo sentándose en una de las sillas que tenía junto a la mesa en la cocina. Connor se acercó y de igual manera se sentó.
—¿Tú no quieres nada, Connor?
—Si tienes un poco de thirium, te lo aceptaría —al darme cuenta de mi metedura de pata, quise disculparme enseguida. Lo cierto era que, a veces, me olvidaba de que no era humano—. No te preocupes, no necesito alimentarme para mantenerme en pie.
A pesar de que me ofreció una sonrisa y se comportaba como siempre, la culpa no se evaporaba del todo.
—Bien, lo tendré en cuenta para la próxima vez —le guiñé un ojo, volviendo enseguida hacia la encimera para preparar el café que me había pedido Hank.
Oí una risa áspera a mis espaldas, lo cual hizo que me girara con una ceja levantada. El mayor dejó de reír cuando me vio, tosiendo para disimular. Mis ojos se trasladaron a Connor para encontrar respuestas a su extraño comportamiento, pero me evitaron sutilmente en cuanto hicimos contacto visual. Volví mi vista a la cafetera en cuanto escuché el zumbido, indicando que ya estaba listo.
«En fin...» —lo dejé estar, agarrando mi tostada a medio comer y el platillo con la taza encima.
—Un café bien cargado para el mayor de la mesa —dije en broma, dejando la bebida justo delante de él. Me senté en frente de ambos, dispuesta a terminar con lo que había dejado a medias.

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𝐀 𝐆𝐥𝐢𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐎𝐟 𝐇𝐨𝐩𝐞 || 𝐂𝐨𝐧𝐧𝐨𝐫 𝐱 𝐎𝐜 ||
RomansaEn el año 2038 los androides son una realidad para la vida cotidiana en Detroit. La tecnología ha avanzado a pasos agigantados y la mano de obra humana poco a poco deja de ser necesaria. Meghan es detective en el DPD junto a su compañero, el tenien...