19 | Mi persona favorita

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Las leyendas de Roberto son tan interesantes y adictivas que, sin darnos cuenta, ya ha caído la noche en el barrio

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Las leyendas de Roberto son tan interesantes y adictivas que, sin darnos cuenta, ya ha caído la noche en el barrio. Es increíble. No. ¡Roberto es increíble! Es un libro de historia andante que vale la pena conocer por todas las vivencias y datos del folclore andaluz que ha conservado en su memoria durante toda su vida. Y es aquí en donde me doy cuenta de lo valioso que pueden llegar a ser personas como él y que quizá las próximas generaciones no corran con la misma suerte de encontrar a un Roberto con la misma facilidad que nosotros.

No hay prisa en que Tomás regrese a casa, así que tomo esto como una oportunidad para mostrarle Triana de noche. Es una maravilla, en especial cuando damos un paseo por el puente mientras observamos el río Guadalquivir y las luces de la calle, reflejadas en sus aguas. La vista es preciosa y debo confesar que me siento como alguien que está prestando servicios de guía turística a un visitante. Aunque, viéndolo desde un punto de vista más amable, no es para menos, pues Tomás me agrada mucho y hoy soy la anfitriona que tiene que brindar una buena experiencia a su invitado.

Caminamos de vuelta, apreciando el castillo de San Jorge que es otro de los lugares más concurridos por los turistas en este barrio, luego pasamos por el callejón de la Inquisición y terminamos nuestra visita en un pequeño bar, cerca de mi casa. Vaya... este recorrido aparte de haber sido agotador, me ha abierto el apetito y a Tomás también. Así que, cuando acabamos de darle un vistazo a la carta de productos, pedimos un serranito que promete acabar con el hambre que nos ha generado la tarde trianera de hoy. Lo más importante es saber que Tomás regresará a casa satisfecho no solo por la cena, sino por toda la información que ha logrado recolectar para su libro, gracias a los relatos de Roberto.

Mientras esperamos a que el mesero traiga nuestros pedidos, reviso mi celular y hago un mohín al notar que Arián ha recibido los mensajes, pero no ha respondido. Su última conexión es de hace diez minutos y estoy a punto de abrir el chat y escribirle, sin embargo, creo que será mejor no molestar. No quiero ser pesada hasta el punto de mostrarme como una persona hostigante. Ya me he preocupado y le he escrito lo suficiente como para que decida responder, pero si no lo ha hecho es porque seguro está ocupado en algo más.

Luego de cenar en el bar, le digo a Tomás que regresemos a casa porque mi madre ya ha llegado del trabajo y me está escribiendo para preguntarme dónde estoy, a lo que presumo que necesita de mí y en parte también quiero volver para descansar porque he pasado la mayor parte del día fuera de casa. Caminamos de regreso hasta la calle Betis, entre risas, relatos y comentarios acerca de las leyendas de Rogelio. Es curioso la manera cómo dos personas pueden romper el hielo en una sola tarde, pues siento que ahora nuestras conversaciones fluyen como si fuésemos amigos de toda la vida. Tomás es un chico superchévere, no lo conozco mucho, pero estas horas que hemos pasado juntos me han bastado para saber que es de ese tipo de personas que al principio se muestran tímidas y que a medida que van tomando confianza, presentan una personalidad muy dulce y resumo a Tomás en esa sola palabra: dulce. Además de guapo, claro.

ARIÁN © [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora