Capítulo 12

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Los días seguían. Las semanas pasaban. Ryujin seguía ignorándome y sin intención de parar. Pero ya había intentado hablar con ella y me fue imposible.
Odiaba que actuara como si fuésemos desconocidas. Al final decidí rendirme e imitar sus acciones.

Ni siquiera sabía porqué me molestaba tanto que me estuviese ignorando, porque al fin y al cabo es lo que quise desde un inicio.

• • •

El gran día estaba cada vez más cerca y un día antes recordé que me hacían falta unos zapatos para la fiesta.
Esa misma tarde fuí a comprarlos con la compañía de mi amiga Chaeryeong.

Dimos muchísimas vueltas sin encontrar absolutamente nada. Estábamos desesperadas de tanto andar, ya no sabíamos a donde ir más.
Acabamos sentadas en uno de los bancos del centro comercial porque a Chaer le estaba molestando el pie.
Yo seguía pensando en que hacer. No podía ir a la fiesta con un par de converses. Arruinarían el outfit completo.
Entre pensar y pensar recordé algo.

-¡Vamos! Tengo una idea -le dije a Chaeryeong, la cuál se encontraba mirando la rozadura de su talón.

-Me duele mucho T/n. No creo que pueda caminar -dijo Chaeryeong haciendo un puchero.

-Ven sube -dije mientras me acercaba al banco, señalándole a mi espalda para que se subiese a ella.
Chaeryeong sonrió y se subió al mismo banco donde estabamos sentadas para alcanzar mejor a mi espalda.
La llevé a caballito durante todo el recorrido del centro comercial a mi casa.

Cuando llegamos, ella estuvo curándose y poniéndose una tirita para que no le volviese a rozar la herida.
Mientras yo estaba en el vestidor de mi tía buscando unos zapatos que me llamaron la atención un día.

-¡Voilà! -dije enseñándole los zapatos zapatos a Chaeryeong.

-T/n ¡Son demasiado bonitos! ¿De donde los has sacado? -dijo Chaeryeong levantándose para tomarlos.

-Del vestidor de mi tía -dije apuntando hacía atrás, donde se encontraba el vestidor.

Recordé que mi tía tenía el mismo número de pie que yo. Justo un día vi unos hermosos tacones plateados recubiertos con purpurina del mismo color en su zapatero. Pensé que combinaría perfectamente con el vestido negro que me compré y quise probar.
Ahora sólo quedaba la parte más complicada. Que era pedirle permiso a mi tía para que me dejara llevarlos esa noche.

-Oye tía... ¿Nunca te he dicho lo hermosa que eres verdad? -dije haciéndole ojitos.

-¿Que quieres que te deje? -dijo la tía Jisoo rodando sus ojos con los labios levemente apretados.

-Estos -dije mientras sacaba los tacones que se ocultaban tras mi espalda.

Mi tía al verlos casí se desmaya. Tuvo suerte de que el sofá estaba detrás de ella.

-T/n... ¿Tú sabes cuanto cuestan esos tacones? -dijo mi tía. Negué a su pregunta-. Definitivamente no te los voy a dejar, lo siento.

-Porfavor tía. Es lo único que te he pedido desde que estoy aquí. Siempre te ayudo en lo que me pides y sabes que soy responsable con mis cosas.
Además estos zapatos eran mi última opción para la fiesta. Chaeryeong y yo dimos vueltas por todo el centro comercial buscando unos, pero no encontramos nnada
Porfavor te lo pido, no dejes que vaya en converses a la fiesta -le supliqué. Me faltó ponerme de rodillas.

-Mmm... esta bien, te los dejo solo por esta vez -dijo mi tía. Yo comencé a aplaudir-. Pero tienen que volver intactos a casa -dijo la tía enfatizando de más la palabra 'intactos'.

-Y ¿Podemos hablar de el precio de los zapatos... -dejé caer la pregunta esperando su respuesta.

-Me costaron 1000$ en un viaje que hice a las vegas -dijo la tía Jisoo.

-¡1000$! -dije sorprendida. No lo podía creer, sabía que eran caros pero no tanto.

-Por eso quiero que los cuides con tu vida. Son los zapatos más caros que tengo -me explicó la tía.

-Te prometo que los cuidaré. Llegaran intactos a casa, lo prometo -dije.

-Más te vale -dijo la tía señáladome y alzando sus cejas.

Llevé los zapatos a mi habitación y los puse en una silla de terciopelo que había en mi vestidor.

Esa noche me acosté súper emocionada. Estuve pensando en como podría ser el lugar. Debía ser enorme, ya que Chaeryeong me dijo que Ryujin invitó a dos Institutos.
Pero después recordé que yo ya había estado en casa de Ryujin. Y en esta no cabía ni una fiesta de cincuenta personas.

• • •

Ya era sábado por la mañana. El día de la fiesta que organizaba Ryujin en su casa. Quería ir deslumbrante a la fiesta por si me encontraba con Shin. Así que desde por la mañana, me estuve preparando para la fiesta.

Me eché como cuatro mascarillas faciales durante el día, que dejaron mi piel suave como la del culo de un bebé; Recorté, limé y pinté mis uñas de color blanco mate; Me lavé el pelo y lo deje secar al aire, porque después me haría la plancha y no lo quería maltratar; Me afeité el cuerpo completo y por último planché con cuidado el vestido que iba a llevar a la fiesta.
Todo aquello lo hice por la mañana.
Después de comer, avisé a Chaeryeong para que viniese a mi casa y prepararnos juntas.

La fiesta comenzaba a las 22:30. Pero nosotras decidimos empezar a prepararnos a las 19:30.
En esas tres horas nos maquillamos, nos hicimos el pelo, nos vestimos y por último nos colocamos los accesorios. Preparamos nuestros bolsos y en la media hora que nos había sobrado, practicamos caminar con los tacones, para evitar hacer el ridículo.
Ya estabamos listas para deslumbrar en la fiesta, solo quedaban diez minutos para que esta comenzase.

El chofer nos llevó a mí y a Chaeryeong en una limusina negra hacia la fiesta, con la ubicación que Chaer le dió.
El hombre fué siguiendo las indicaciones de la aplicación, que nos llevaban hacia las afueras de la ciudad.
Llegamos a uno de los barrios más ricos de Seúl y el chofer nos dejó en la puerta de una casa enorme y súper moderna. Que desde su interior, salían destellos de luces de discoteca.

Nos bajamos del coche y comenzamos a caminar hacia dentro del edificio, por un jardín delantero que presentaba la casa, lleno de adolescentes bien vestidos.
Entramos en la casa con nuestros brazos entrelazados y observamos todo el lugar.

La casa por dentro era aún más grande y moderna que el exterior. Estaba llena de gente bailando con copas en las manos, en un enorme salón que hacía de pista de baile. Otras personas estaban jugando al Billar y haciendo competiciones de ver quien bebía más.

Las dos fuimos del tirón a la pista de baile. Estuvimos bailando por un buen rato hasta que nos entró sed. Decidimos ir a la barra a pedirnos algo de beber.
Antes de llegar un chico se nos acercó e invitó a dar un paseo a Chaeryeong. Ella me miró y le dije que yo estaría en la barra y que no se preocupara por mí.
Quería que disfrutase de la noche y conociese a gente. Así que no me importó en absoluto.

Fuí a la barra a pedirme algo, como le dije a Chaeryeong.
Mientras me dirigía a pedir una copa, pasé por delante de un pasillo de gente ligando y comiéndose la boca entre ellos.
Llegué a la barra sana y salva y me apoyé en esta, para que me atendiese el camarero.

-¿Qué va a tomar señorita? -el camarero me atendió con una sonrisa en su rostro.

-Un Vodka, porfavor -le ordené al camarero. Estuve un buen rato en la barra bebiendo. Me dispuse a pedir la cuarta copa de la noche-. Un licor de mora con alcohol, porfavor -le ordené al camarero.

-Minho, el licor de mora que sea sin alcohol, porfavor -le ordenó al camarero alguien más que se apoyaba en la barra.

• • •

¿Quién creeis que será la persona misteriosa que le pide al camarero cambiar la copa de T/n?

-Que tengáis un buen día ♡

Enemies to lovers (Ryujin y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora