Una hora antes de la cena, decidí salir hacia la casa de Ryujin. Llevé conmigo unas galletas que sobraron de ayer para dárselas y animarla un poco.
También estuve pensando en cómo presentarme a su madre o de cómo sacar conversación si Ryujin nos llegara a dejar a solas.Me detuve frente a la puerta antes de llamar con la cabeza agachada y los ojos cerrados para respirar hondo y calmar mis nervios.
Abrí mis ojos y empecé a subir mi cabeza al escuchar unos ruidos muy fuertes provenientes del Interior de la casa.
Al escuchar la voz de Ryujin pedir ayuda, mi cuerpo se puso alerta.-¿Ryujin? ¿Estás ahí? ¡Abre la puerta porfavor! -dije aporreando nerviosamente la puerta con un nudo en la garganta.
Me detuve al ver que no había respuesta. Al parar, pude escuchar a Ryujin gritar de dolor, lo que hizo que entrara en pánico.
Nerviosa saqué mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y comencé a teclear el número de la policía.Mientras pedía ayuda vi que una de las ventanas de la casa estaba abierta. No me iba a quedar esperando de brazos cruzados en la puerta escuchando como alguien le hacía daño a mi novia, así que me armé de valor y fuí para la ventana, no sin antes revisar que nadie me estuviese viendo.
Estaba colándome cuando se escuchó un grito más alto que los anteriores. A partir de ese, los gritos y los ruidos cesaron. Un sudor frío bajó por mi frente y tragué en seco para darme más prisa.Empecé a abrir las puertas de todas las habitaciones desesperadamente sin tener mucho éxito, hasta que llegué a la de la cocina.
Cuando abrí la puerta, el corazón se me detuvo por un segundo.-¡¡¡Ryujin!!! ¡¡¡No!!! -dije corriendo hacia ella con mis ojos cristalizados. Ryujin se encontraba tirada en el suelo desangrándose a gran velocidad por los cortes profundos que tenía en su abdomen.
Intenté tapar la hemorragia con mis manos como pude. Subí mi cabeza y me encontré a su madre observando fijamente la escena con la mirada completamente pérdida. La mujer sujetaba un cuchillo ensangrentado-. ¿Qué has hecho...? -dije con la voz temblorosa. La mujer ni se inmutó, estaba en un estado de shock-. Cariño mírame, te vas a poner bien, ¿me has escuchado? Te vas a poner bien, solo aguanta un poco más -dije volviendo a mirar a Ryujin perdiéndome en sus vacíos ojos.
Ella estaba tratando de decirme algo pero yo no podía lograr oír lo que decía debido a mi llanto.
Levantó su brazo haciendo un gran esfuerzo y tocó la punta de mi nariz antes de que este se desplomase. Una última lágrima calló por su rostro y dejé de notar su respiración-. Ryujin... ¡Ryujin! No no no, ¡tienes que aguantar cariño! ¡No puedes dejarme! ¡No así! -dije llorando desconsoladamente balanceando su cuerpo con el mío mientras la abrazaba-. Ryujin porfavor no me dejes...Te necesito.La policía entró en la casa rompiendo la puerta y se dirigió hacia la escena del crimen.
-Señora porfavor, deme el cuchillo -dijo uno de los policías. Él mismo, tuvo que retirárselo al ver que la mujer seguía enfocando su mirada en la chica sin mover un pelo-. Usted queda arrestada por asesinato-. dijo otro policía colocándole unas esposas y llevándola hacia el coche.
Dos de los policías que entraron en la habitación trataron de despegarme de Ryujin.
-¡No! ¡Ryujin, quédate conmigo! -dije sin poder controlar mis voces o movimientos.
Me quedé mirando como se llevaban su cuerpo sin vida en una camilla, mientras los policías seguían sujetándome por los brazos para que no corriese tras ella.
Me soltaron cuando vieron que paré de moverme y tan rápido como lo hicieron caí al suelo de rodillas. Mis manos comenzaron a temblar cuando las vi llenas de sangre al igual que mi ropa.-Eh eh... Todo va a estar bien, estoy contigo -dijo una mujer que iba con el equipo. Ella me abrazó para consolarme-. ¿Cómo te llamas chica?
-Kim T/n -dije secando las lágrimas que no dejaban de caer por mi rostro.
ESTÁS LEYENDO
Enemies to lovers (Ryujin y tú)
FanfictionKim T/n una chica de clase alta, decide mudarse a Corea para pasar su último año de secundaria allí. Su llegada al nuevo Instituto no fue bien recibida por una de sus compañeras de clase, la cual le haría la vida imposible. Con el paso del tiempo T...