Capítulo 6

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Aún no recuerdo el momento en el que me levanté y comencé a caminar de un lado a otro. Mis puños seguían apretados haciendo que mis uñas quedarán marcadas en la palma de mi mano.
Para matar el tiempo, estuve ideando un plan para salir de allí en silencio y sin que nadie me viese.
El plan sería: quedarme escondida en el tercer cubículo del baño  esperando a que entrase la limpiadora.

Ayer de casualidad vi a la limpiadora en el primer cubículo. Justo un minuto después de que tocara el timbre.

Mientras que ella esté entretenida limpiando, yo aprovecharía para salir y mezclarme entre la gente para que ningún profesor me viese.
Si mi plan funcionaba, sería una salida victoriosa. Pero eso estaba por verse.

El tiempo pasaba y yo seguía allí sentada encima del retrete. Mirando, de vez en cuando, la hora en mi teléfono y estar preparada para la acción.
Por fín sonó el maldito timbre, que llevaba esperando por tres horas. Y tal y como planeé, un minuto después se escuchó como la puerta se abría. Esperé unos segundos a que la mujer entrase y comenzara a limpiar para salir de allí, rápida y sigilosamente.

Cuando logré salir, pegué un largo suspiro y, para mí sorpresa, ya no había casi nadie en los pasillos.
Comencé a caminar de prisa, pero sin correr para no llamar la atención de ningún profesor y salir de allí enseguida.
Pero de repente, sentí como una mano agarraba mí hombro derecho por detrás, haciéndome frenar en seco. Me giré y vi al profesor Jeon parado frente a mí, asintiendo enfadado con sus labios ligeramente apretados.

-Kim, tú y yo tenemos que hablar. -dijo el profesor, sin quitarme la vista de encima.

-Pero... -quise justificarme pero el me lo impidió.

-Mañana te espero en mi despacho a la hora del recreo, no se habla más. -dijo por último, el profesor. Asentí con mi cabeza agachada y para cuando se fué, mis ojos comenzaron a cristalizarse. Aguanté mis lágrimas y salí de allí.

Cuando me dirigía hacia la salida escuche una voz a lo lejos.

-¡Eh Kim! ¿Te divertiste en el baño? -dijo Ryujin en un tono irónico mientras se acercaba más hacia mí. Ni siquiera me giré. Hice como que no escuche nada e ignoré por completo sus palabras.

Cuando me di cuenta, la tenía a menos de un metro de distancia. Dió un movimiento rápido, enganchando su mano en mi pelo, haciéndome frenar bruscamente.
Puse mi mano sobre la suya, para intentar soltarme, pero esta solo tiró más de mi cabeza hacia atrás.

-Como digas algo, te juro por Dios que te mato. -susurró Ryujin en mi oído apretando sus dientes con rabia.
Al acabar de decir eso, aún agarrada a mí, empujó mí cabeza hacía adelante haciéndome perder el equilibrio. Por suerte, no terminé en el suelo.
Me acomodé el pelo, con mis manos, como pude y me dirigí hacia el coche que me esperaba en la puerta.
Le expliqué, al conductor, que lo que acababa de ver era solo una broma de mi amiga y que no se lo contara a mi tía para que no lo malinterpretase. El chofer asintió.

En el camino, al acordarme de la bofetada que recibí hoy, por parte de Shin, la parte golpeada me comenzó a doler muchísimo.

Cuando llegué a casa, me bajé del coche y llamé al timbre. Mi tía salió con Dalgom, en brazos, y lo soltó para abrazarme.

-¿Qué tal tu día cariño? ¿Como te fué con tu nueva amiga? -preguntó la tía Jisoo, esbozando una enorme sonrisa. Dejó un beso, no tan suave, en la parte dolorida de mi rostro.
Casi vi las estrellas. Aguanté el dolor como pude mordiendo la parte baja de mi labio.

-Sí, todo bien tía. -dije tratando de no mostrar dolor en mis palabras.

-¡Me alegro! Vamos pasa. -dijo mi tía.

Ya dentro, almorzamos tranquilamente y cuando terminé me dirigí hacía mi habitación.
Justo cuando iba a empezar a hacer los deberes, me llegó una notificación al teléfono. Era Chaer, que me escribía para preguntarme si quería ir al parque por la tarde con ella, a dar una vuelta, ya que me tenía que contar una cosa de la que se enteró hoy en clase. Yo por supuesto, accedí y me despedí de ella para empezar a hacer los deberes.

Al terminar, me cambié el uniforme por algo más cómodo y, mientras tanto, esperé mirando las flores desde el balcón de mi habitación hasta que llegase la hora de irme. Chaeryeong me volvió a escribir para decirme que ya estaba en el parque y que, si estaba lista, ya podía salir de mi casa.
Le pedí la ubicación de donde se encontraba y, cuando me la mandó, salí de casa en dirección al parque.

Llegué en menos de cinco minutos. Se encontraba realmente cerca de mi casa.
Busqué a Chaeryeong y la encontré tumbada boca arriba escuchando música, sobre una amplia manta que colocó en el césped.
Cuando me vió llegar, se retiró los cascos y me recibió con una sonrisa.

-Hola T/n, ven, siéntate. Te tengo que contar una cosa. -dijo Chaeryeong tapándose la boca con su mano por la emoción.

-Hola Chaer, cuéntame. -dije. Me senté frente a ella y comencé a escuchar.

-Bueno a lo que iba... -se colocó para hablar. -¿Sabes que hay un rumor de que el profesor Jeon está saliendo con mi profesor? -preguntó Chaeryeong. Abrí mis ojos y levanté mis cejas sorprendida. ¿De verdad había dicho el nombre de mi profesor?

-¿Cómo? ¿El profesor Jeon Jungkook? -pregunté, para asegurarme. -No me lo puedo creer, ¡ese es mi tutor! -dije emocionada apuntándome a mi misma con el dedo.

-¿Enserio? No lo sabía. -dijo Chaeryeong.

-¿Quién es tu profesor, por cierto? -pregunté nuevamente.

-No se si lo conoces, se llama Kim Taehyung. -dijo Chaeryeong.

-Mmm... no, no lo he visto nunca. -dije apretando mis labios.

-Oye, ¿puedo preguntarte algo? -dijo Chaeryeong cambiando de tema.

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Lamento haber tardado tanto en publicar este capítulo. Me han surgido cosas que me lo han impedido.

Hoy publicaré otro capítulo más aparte de este.

-Perdonadme las molestias💗



Enemies to lovers (Ryujin y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora