Capítulo 26

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Un día cualquiera, estaba en casa junto a mi madre Jennie. Mamá Lisa había ido a la compra y se encontraba ausente.
Yo estaba jugando videojuegos en la televisión, cuando de repente llamaron al timbre. No podía abrir porque sino perdería la partida, así que hice como la que no escuchó nada y seguí a lo mío esperando que mi madre la abriese por mí.
El timbre volvió a sonar.

-Hija, abre la puerta -dijo mamá Jennie desde la cocina.

-No puedo mamá, voy a ganar la partida casi -dije tratando de concentrarme en el juego.

-Bueno, si no quieres ver la sorpresa, le digo que se vaya -dijo mi madre.

"¿Había escuchado bien? ¿Una sorpresa?" pensé.

-¿Que se vaya quién? -dije retirando mis cascos. Con el ceño fruncido fuí a descubrir lo que se encontraba trás de la puerta. Tomé el pomo y comencé a abrirla lentamente.

-¡Sorpresa! -dijo Ryujin abriendo sus brazos con una gran sonrisa. Abrí mis ojos de par en par y me lancé a sus brazos.

-¿Eres tú de verdad? ¿Estoy soñando? Dime que no porfavor -dije palpando su rostro con mis manos.

-La misma -dijo Ryujin acercándose a mis labios para besarme. Por fin pude probar su sabor después de tanto tiempo. La abracé de nuevo pero esta vez más fuerte.

-Vamos pasa -dije agarrando emocionada su maleta. Mi madre salió de la cocina.

-¿Te ha gustado tú sorpresa? -dijo mamá Jennie sonriendo pícaramente.

-¿Tú lo sabías? -dije sonriendo con el ceño fruncido.

-Llevamos todo este mes en contacto para darte la sorpresa -dijo Ryujin a lo que mi madre asintió.

-Gracias, gracias, gracias -dije abrazando a mi madre-. Bueno, supongo que ya os conocéis...

-Encantada señora -dijo Ryujin acercando su mano a mi madre.

-Igualmente, llámame Jennie porfavor -dijo mi madre con una enorme sonrisa.

-¿Ryujin puede dormir conmigo? -dije juntando mis manos para suplicarle.

-No cariño, para algo tenemos una habitación de invitados -dijo mamá Jennie-. Enseñalé donde está.

Fuimos para arriba y le enseñé su habitación. Le ayudé a sacar las cosas de su maleta y colocamos su ropa en el armario mientras charlábamos.

-¿Cuanto tiempo te quedarás? -dije pasándole una de sus camisetas.

-Voy a estar aquí lo que queda de verano -dijo Ryujin con una sonrisa.

-¡Vamos! -dije celebrándolo. Ryujin me tomó por la cintura y comenzó a besarme. Sus manos comenzaron a entrar por mi camiseta.

-Distancia de seguridad porfavor -dijo mamá Lisa cortándonos el rollo al entrar en la habitación.

-Mamá, esta es Ryujin -dije acercándola por la espalda.

-Encantada, puedes llamarme Lisa -dijo mi madre ofreciéndole su mano a Ryujin.

-Igualmente -dijo Ryujin tomando la mano con una sonrisa.

-Venía para avisaros de que la comida está en la mesa -dijo mamá Lisa señalando hacia la puerta.

Bajamos para comer y después me eché la siesta con Ryujin. Por la tarde fuimos a la playa con Nabi y nos comimos unos helados mientras dábamos un paseo.
No podía estar más feliz de tener de nuevo a mi persona favorita junto a mí.

Intentaba aprovechar al máximo cada segundo de mi día con ella.
Su compañía hizo que el primer mes se me pasara enseguida. Pero todo lo bueno se acaba...

Un día, Ryujin recibió una llamada telefónica. Al colgar nos dió la noticia de que le habían dado el alta a su madre y que se tendría que marchar para Corea.
No supe si alegrarme o disgustarme en ese momento. No quería que se fuese tan pronto, apenas llevaba la mitad del tiempo aquí y ya tendría que dejarme de nuevo.
Ryujin compró los billetes del vuelo más temprano hacia Corea y fuimos a despedirnos de ella al aeropuerto cuando llegó el día.

"Al menos he podido pasar un mes junto a ella" "debo alegrarme de que su madre haya salido, no puedo disgustarme" pensé. Intentaba ser lo más positiva posible antes esa situación.
Me tocó pasar lo que quedaba de verano sin Ryujin.

Antes de que empezaran las clases de nuevo, compré emocionada los materiales. Ya no era tan tímida, lo que me permitía conocer a más personas y abrirme más hacia los demás.
Ryujin decidió hacer una videollamada conmigo para que le contase como me había ido mi primer día. Yo le pregunté por su madre y su cara cambió por completo.

-¿Todo bien? -dije frunciendo el ceño.

-Sí sí, estamos bien -dijo Ryujin con una sonrisa un poco nerviosa.

-Si ocurre algo sabes que me tienes aquí, ¿verdad? -dije alzando mis cejas.

-Ehh... cariño, tengo que cortar ya la llamada ¿vale? -dijo Ryujin, y antes de que puediera despedirme de ella la cortó.
Me pareció un poco extraño todo, pero no le di más vueltas al asunto y supuse que estaba ocupada o que su madre la estaba llamando para comer.

En el primer trimestre de clases, hice muchos amigos y me volví muy popular en la clase por alguna razón que desconozco, aunque no voy a negar que me gustaba estar rodeada de personas.
Ya no odiaba ser el centro de atención, tampoco me gustaba, pero almenos no sentía incomodidad.

Enemies to lovers (Ryujin y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora