A Hyunjin sus padres lo iban a mandar a estudiar a Francia al descubrir que su hijo tenía un novio. Lo que no sabía es que cuando se mudara iba a dejar de escuchar los alagos de cierta persona que justo le gritaba cuando estaba con su amada pareja...
En la noche no había llegado a nada más que besos y toques entre ellos por más que deseaban otra cosa sin forro no iban a hacer nada. Cuando se durmieron al rededor de las 4:17 AM se quedaron abrazados y medios desnudos sin taparse pero a la mamá de Jeongin cuando entró le dió igual y se puso a golpear sartenes, eran las 10:00 AM muy temprano para la hora que se durmieron.
—Cierre el orto señora— Murmuró Yang medio dormido ocultándose en el pecho del más alto.
—A mi no me hablas de esa forma terroncito de azúcar— Dijo agarrando la oreja del más bajo llevándoselo para el baño y que se lave la carita con agua y con jabón.
Después de todo esto Hyunjin no se había despertado y seguía dormido plácidamente en la cama. Hasta que entró Jeongin lloriquenado que su mamá lo torturaba y que lo obligaba a lavarse la carita con agua y con jabón.
—¡HYUNJIN!— Gritó el Rubio al ver que no respondía quejándose.
—¿Qué?—Preguntó el mayor mirándolo con los ojos medios cerrados por el sol.
—Mamá me obliga a lavarme la carita con agua y con jabón— Se quejó el mejor abrazando al más alto.
—Pobrecito—Murmuró el mayor acariciando la cabeza del más bajo quien estaba acurrucado en el pecho del mayor asintiendo.
—Pobrecito nada, se tiene que bañar y si no es por que el quiere es por la fuerza— Espetó su madre enojada
—Que me ayude el, es mi novio— Dice el Rubio sonriendo como idiota.
—No son novios y no confío en que se van a bañar, seguro solo van a estar haciendo otras cosas, puercos— Dijo la señora Yang enojada porque su hijo se había encaprichado a no bañarse.
—Suegra, yo lo ayudo, no vamos a hacer nada más, ¿verdad?— Miró al menor que estaba acurrucado en el pecho del mayor asintieneo.
—No haremos nada raro, mami dejame bañarme con el— Dice haciendo un pequeño berrinche.
—Está bien, pero no hagan nada y después bajen a desayunar, vamos a ir al Shopping— Dijo la madre mientras se iba cerrando la puerta.
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El Rubió jugaba con las burbujas mientras el más alto le lavaba el pelo mientras le daba masajes en su cabellera rubia.
—¿De que color te pintarás el pelo?— Preguntó el Rubio apoyándose en el trabajado pecho del más alto.
—Rosita Fresita— Dijo acariciando al más bajo.
—Me gusta— Le dió un pico en sus labios y siguió formando burbujas con sus manos hasta hacer una enorme.
—¡MIRÁ BOLUDO RE ÉPICO!— Gritó el más bajo y explotó la burbuja dejándolo enojado.
—Re piola— Dijo desinteresado en la burbuja, le gustaba más observar a su futuro novio.
