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—¡¿QUÉ MIERDA ES ESTO HYUNJIN?!— Ambos chicos se habían asustado muchísimo y obviamente separándose, por suerte no los habían descubierto más tarde.

—Mamá, ¿qué haces aquí? Ustedes llegarían unos días más tarde— Dijo nervioso poniéndose la camisa.

—¡Volvimos antes para pasar tiempo contigo! Pero tú solo nos traicionas siendo un maldito maricón— La señora se estaba volviendo completamente loca, nunca pensó en su hijo haciendo cosas con un chico en su sillón. Si hubiera sido una chica simplemente se hubiera disculpado e ido y dejar a su hijo disfrutar pero no, un chico, un hombre era con el qué estaba.

—¡No es traición, no pueden controlar tanto mi vida!— Abraza a Jeongin quien estaba completamente sorprendido, nisiquiera sabia que hacer o decir.

—¡Te vamos a llevar a París a ver si se te cambia tu maldita enfermedad!— Le gritó a su hijo intentando acercarse a golpearlo.

—¡Su hijo no está enfermo! ¡Usted sí que lo está!— Se puso en frente de su novio recibiendo el golpe que le dejó toda la mejilla roja, cuando recibió el golpe sus ojos se habían llenado de lágrimas.

—Cielo, vete, estaré bien— Dijo agarrando las mejillas de su novio y sobandolas por unos segundos dejando un pico en sus labios y mandarlo a correr fuera de la casa y Jeongin no le quedó otra que hacerle caso yéndose fuera de la casa recibiendo una mirada de asco y odio por el padre de Hyunjin.

—¡Haz tus maletas cuanto antes por qué te llevaremos a Francia lo antes posible!— Le gritaba su mamá muy molesta.

—¿Francia cambiará mi sexualidad? Evidentemente no, eso nunca pasará mamá. Me dices enfermo por que me gusta un chico pero tú tenias un maldito romance adolescente con la mamá de Jeongin— Cuando el dijo esto no sólo se ganó un golpe, si no que la señora estaba realmente sorprendida, no podía creer que su hijo supiera de eso que ella había intentado eliminar todo rastro. Para ella fue un error muy grande el haber intentado tener algo con una mujer.

—Tu no hables sin saber, eso no es cierto— Le había vuelto a dar otra cachetada.

—Lo que digas, además no puedes mandarme a Francia por que aún no se tanto francés— Dijo completamente enojado y yéndose a su cuarto ignorando las llamadas de su madre.

—Lo que digas, además no puedes mandarme a Francia por que aún no se tanto francés— Dijo completamente enojado y yéndose a su cuarto ignorando las llamadas de su madre

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—¡Ya está la cena!— Gritó su madre por 3ra vez, y ya se estaba enojando pero esta vez su hijo si bajó pero con una cara de orto inimaginable.

—Ya estoy— Dijo en un tono que no se debía hablarle a sus padres pues ellos no lo respetaban a él, por que él tendría que respetarlos.

—Más respeto Hyunjin— Dijo su padre con un tono serio, el ambiente estaba tenso y no ayudaba a nada.

—¿Respeto? Para pedirlo tienes que darlo y ustedes no respetan mis decisiones ni mi vida. No me respetan en lo absoluto, me obligan a hacer cosas y quieren que yo lo haga?— Se estaba enojado sus padres lo molestaban demasiado y estos se habían callado continuando la cena en silencio hasta que el padre decidió hablar.

—Tendras clases de francés todos los días mínimo tres horas para que aprendas rápido e irás a clase pero si te llegamos a ver con ese chico te vas directamente a Francia aunque sea sin saber nada de francés.— Dijo el padre terminando de comer dándole el plato a su mujer para que ella los lave.

—Los odio— Se levantó y llevo el plato a la cocina lavandolo él, odiaba que su padre se haya vuelto así con su madre. Aunque lo antes pudiera se escaparía e iría con Jeongin.

Al terminar de lavar el plato se fue a su cuarto y lo cerró con llave mirando por la ventana, veía a Jeongin, ¿estaba llorando? Se había preocupado demasiado así que como loco que es saltó por la ventana cayendo como los de los parkours de YouTube, apoyando su hombro y girando.

—Au— Jadeó al ver que se había cortado la mejilla al caer, realmente le dió igual así que sólo continuó corriendo hacia la ventana de su novio y la tocó provocando susto en su novio quien estaba todo lleno de mantas y con los ojos llorosos, su nariz estaba rojita, sus ojitos hinchados con el pelo despeinado se acercó a la ventana y le abrió.

—¿Amor?— Lo Miró y empezó a llorar más de la emoción y lo abrazó con fuerza como podía por la ventana.

—Mis padres no se pueden enterar por que me mandan a Francia de una— Entra a la casa de su novio.

—Tenía mucho miedo de lo que te hayan hecho— Agarraba la carita de su novio con cuidado y al notar que su amado pelirosa estaba un poco lastimado se asustó.

—Tranquilo es una pequeña herida— Dijo abrazando la cintura de su pequeño comenzando a besarlo ignorando su lastimadura.

Jeongin correspondió el beso pero a los segundos se separa y va a buscar un pequeño botiquín y comenzar a curarlo.

—Irás a Francia si o si, ¿no?— Preguntó el rubio con miedo, ¿y si al final si se separaban y no se amaban nunca más? No quería eso, le aterraba de solo pensarlo.

—Sí, pero volveré por tí— Dice acariciando la mejilla de su novio de manera tierna.

—Eres muy lindo~— Dijo el más pequeño de ambos mimoso con el contrario.

—¿Me juras que ambos esperaremos al otro hasta que vuelva?— Preguntó tomando las manos de Jeongin cuando ya había terminado de curarlo.

—Obvio que sí, bobo— Río tirándose encima de él para fundirse en un bello beso tierno donde se demostraban todo el amor que se tenían aunque ambos tenían miedo de que ese amor se acabará por la distancia... y la verdad yo como autora también tengo ese miedo...

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➥978 palabras

¡Wapoh!   ||Hyunin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora