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10:00 Era la hora que marcaba su celular, era temprano y su pequeño novio todavía no había despertado.

-Boludo, boludo, boludo, boludo- Le murmuraba repetidamente en el oído.

-QUE- Le grita el menor harto de escucharlo.

-Despertate- Sonrió el contrario dándole un abrazo. El menor correspondió el abrazo y se acercó a su oído de una forma adorable.

-La respuesta es NO- Le gritó en el oído súper fuerte al punto que el pelirosa lo empujó del susto.

-Sos un pelotudo- Se va al baño molesto. Tendría que hacerse una revisión de oído más tarde, aseguraba que se había quedado sordo.

-Perdóname amor- Dijo el contrario abrazándolo por la espalda.

-No te perdono- Dice indignado.

-¿No me perdonas?- Le deja besitos en el cuello.

-No antojes- Lo miro feo por el espejo.

-¿Cuándo he antojado yo?- Murmura pasando sus manos por el abdomen contrario.

-Eso es antojar- Lo aleja y se pone su hairband.

-Claro que no, es darte mimos- Dijo sintiendo coqueto.

-No te follaré en el baño si es lo que quieres- Río mirándolo feo y al segundo siguió mirando el espejo aplicándose cosas en su cara. Parecía payaso pero bueno, toca soportar para tener una piel hermosa.

—Tienes pensamientos horribles de mí— Literalmente había comenzado a tocarle el culo, a sobarlo, apretarlo y manosearlo sin motivo alguno.

—Explícame, ¿eso por que?— Lo mira a los ojos dudoso. No sabía porque lo tocaban mientras se hacía skincare.

—Es que, tu culo esta bien sabroso— Dice el menor manoseándolo más, haciendo que el mayor se ponga nervioso y lo aleje.

—Yo soy el que manosea, tu aléjate de mi culazo— Lo mira feo alejándolo, no quería manoseada, no le incomodaba pero lo ponía exageradamente nervioso.

—Es que me gusta— Se queda mirándolo hacer la skincare, aburrido, no sabía que hacer con su vida.

—Que te deseguste— Se inventa la palabra mientras ponía artículos extraños en su cara.

—Si te da cáncer de piel jódete— Se largó del baño, iba a desayunar algo.

Cuando salió de esa habitación vio literalmente todo sucio, todo, estaba repleto de vómitos y eso que no salió hasta el living. No se acordaba que habían hecho una fiesta. Así que se dirigió a al living. Cuando entró casi se desmaya pues estaba todo demasiado sucio, demasiado, tardarían horas limpiando ese desastre. Corrió hacia la cocina para evitar un parraque.

Allí se hizo su desayuno y sus cositas para comer, básicamente era un postrecito de chocolate, de estos del Super. De esos mismos, no necesitaba más para tener energía.

Mientras comía sintió unas manos en su cintura y se espantó.

—Me asustaste, estúpido— Lo mira con la cara llena de chocolate. Chocolate que el mayor quería quitar con su boca.

—Perdóname, pastelito de semen— Se acercó a besarlo pero de manera sorpresiva para Hyunjin fue rechazado, obviamente se indignó.

—¿Pastelito de semen?— Lo Miró con cara de ojete cerrado. Qué verga era ese apodo.

—Sí, porque al coger te lleno de eso— Sonríe orgulloso, su apodo era verdaderamente genial en su opinión.

—No se como te llegaron a aceptar en Francia— Murmura mirándolo con la misma cara de antes y terminando su postrecito.

¡Wapoh!   ||Hyunin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora