A Hyunjin sus padres lo iban a mandar a estudiar a Francia al descubrir que su hijo tenía un novio. Lo que no sabía es que cuando se mudara iba a dejar de escuchar los alagos de cierta persona que justo le gritaba cuando estaba con su amada pareja...
Pasaron muchas cosas después de ese beso, para su suerte se demostraron todo el amor que tenían pues no se sabía si iba a haber una próxima vez.
Cuando terminaron después de dos horas y como cuatro rondas se miraron con una sonrisa muy sincera.
-Te amo tanto, no quiero alejarme de ti pero mis padres me van a matar- Dijo Apurándose en vestirse y abrazar a su novio lo más posible. Aunque finalmente tuvo que irse después de algunas lágrimas de ambos.
-No quiero que te vayas, eres adulto puedes elegir- Decía el rubio llorando, no quería alejarse sentía su corazón romperse de solo pensarlo y el hecho de que verse ahora sería más difícil también le dolía.
-Si no les hago caso no se que me podrían hacer y me da mucho miedo- Obviamente que quería irse con su novio pero sus padres en verdad le podían hacer algo a él o su familia y se negaba.
-Lo entiendo, son seis años, ¿no?- Preguntó asustado viendo a su novio bajar con cuidado la ventana pero el era alto así que se podían abrazar sin problema.
-Si...- Dijo tomando la carita de su novio y comenzar a besarlo por última vez.
Cuando llegó a su casa subió la ventana y se acostó en su cama triste, quería estar con su novio no ahí en medio de su cama. Cerraba los ojos intentando dormir pero sólo veía imágenes de recuerdos con él y le agobiaba no poder dormir. Sólo lo extrañaba mucho.
De un momento a otro su madre entró al cuarto pero el parecía dormido. Se quedó minutos mirándolo fijamente, la verdad daba muchísimo miedo pero era normal, era algo que hacia siempre a la misma hora para vigilar que no se haya escapado. Que tan mierda de madre tienes que ser para vigilar a tu hijo para que no se escape de su casa, eso pensaba Jeongin, cuando Hyunjin, se lo contó.
Minutos después la madre se fue, él estaba pensando en cambiar la cerradura otra vez parecía que sus padres ya habían conseguido llave de la nueva. Pues el siempre cambiaba la cerradura por que odiaba que lo vigilarán por la noche y que su madre lo mire con cara de psicópata le asustaba bastante aunque estaba acostumbrado.
Sin esperar más Hyunjin, por fin cayó dormido pensando en su bello novio. Le preocupaba perderlo para siempre...
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Pasaron las horas y le despertó una alarma, la de su madre para que vaya a desayunar, eso era nuevo lo implementó hace poco para que no se escapara a ningún lado por la mañana y desayunen todos juntos como la familia disfuncional que son.
—Buenos días hijo— Saludó su madre con una sonrisa, pues ella pensaba que no se había escapado a ver al otro. Al recibir el saludo, sólo movió su mano como un HOLA pero no dijo nada y miraba a sus padres con cara de asco.
—No se por qué estas así— Le dijo su padre con el ceño fruncido.
—Porque ustedes me están arruinando la vida y yo no puedo hacer Nada aunque sea mayor— Murmura terminando de comer y llevándolo a la cocina a lavar el plato.
