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Alex:

Estaba muy avergonzado por la imprevista confesión que le hice a Rubius. Si no hubiésemos tocado el tema, no se lo hubiese dicho.

Entré al salón con mis audífonos puestos, ignorando todo lo que había a mi alrededor mientras escuchaba "Hold my liquor" de Kanye West, y me senté en mi pupitre deseando que Rubén no haya llegado todavía, ni tampoco quería presenciar a Juan, ya que no hemos estado hablando debido a su ausencia y que siempre anda menospreciando a Rubius.

Buscaba en Spotify que canción poner, pero estaba muy indeciso, no sabía si por los nervios o si realmente ya era así, hasta que vi a alguien poniéndose enfrente de mi mesa. Me bajé los audífonos hasta dejarlos colgados en mi cuello y vi que era nada más ni nada menos que Juan.

—Hm.— Fue lo primero que pronuncié antes de bajar mi mirada.

—Alex, no me gusta que estemos así, de verdad...— Dijo apenado —Enserio que no tenía ni idea de lo que pasó la semana pasada. Si hubiese estado ahí, yo-...—

—Si, hubieses, pero Rubén e Iván estuvieron ahí. Sin embargo, no me gusta recordar ese día, así que te pido que no hablemos más de eso, ¿Va?—

—Es que, agh, me siento culpable de todo.— Suspiró—Ese día quise hablar con Rubén, pero me mandó a la fregada, que por si no entiendes, no quiso hablar conmigo.—

—Pues yo hubiese hecho lo mismo.— Dije sin pensar.

—Agh, ya empiezas a expresarte como el español ese.— Se cruzó de brazos —Alex, somos mejores amigos, ¿Lo recuerdas? ¿No extrañas esos momentos donde tú y yo la pasábamos bien? Ahora solo estás con Rubén, me cambiaste.—

—No considero haberte cambiado, Juan.— Dije con mi mirada en su rostro, pero no a sus ojos —Deberías conocer más a Rubén, insisto, es agradable y-...—

El timbre sonó, interrumpiendo en mi argumentación de porqué deberían ser amigos. Giró medio cuerpo viendo al timbre y luego me miró nuevamente, con su expresión de decepción.

—Ahora todos están en mi contra, no lo entiendo.— Bufó acomodando sus lentes.

Se fue a su pupitre antes de que yo pudiera hablar, dejándome con un sentimiento de culpa y de abandono. Era cierto, Juan y yo somos mejores amigos, prometimos ser un gran dúo de streamers cuando ambos empecemos, pero no puedo evitar sentirme molesto por sus inmaduras acciones.

Noté que Rubén entró al salón, pero yo no fui capaz de mirarlo. Aún me sentía avergonzado, a pesar de habernos besado el fin de semana y haber pasado mucho tiempo juntos.

Intentaba concentrarme en la explicación de la profesora, pero Rubén no salía de mi mente, no dejaba de pensar en su rostro, su persona, su risa, lo cómoda que se siente su mano... El beso.

"—Agh, ven aquí."

Me acordaba de como después de haber dicho eso se haya lanzado a besarme otra vez. No recuerdo cuanto tiempo estuvimos así, pero me ha ayudado a saber besar. No soy bueno, pero según él no soy malo, solo necesito "practica." Aún así, besar a Rubius se había convertido en una nueva necesidad.

Evadía a Rubén en los recreos cuando notaba que quería acercarse a hablarme. Sin embargo, no pude evitarlo en la hora del almuerzo. Intenté sentarme solo con Iván, pero Rubén fue más rápido. En eso, Ari vino con su comida rápidamente y se sentó a mi lado agitada.

—¡Alex, Alex!— Me agarró los hombros —¡De verdad que cuanto lo siento, mi niño, sabes lo mucho que te quiero, mi pequeño patito!—

Más allá del síndrome ➵ Rubckity.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora