16| Sedado

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Sedado. El peor sentimiento de todos. 

Después del incidente en mi habitación, los médicos decidieron sedarme. Para ellos, yo estaba desesperado y fuera de control, para mí, solo era la miseria por tener que separarme de Beomgyu. 

Eran al rededor de las 4:00 am cuando me desperté al contacto de una mano fría en mi cara. Abrí los ojos, pero estaba oscuro y borroso. Las luces estaban apagadas, por lo tanto, no podía ver claramente quien estaba parado a mi lado. 

—Lo siento, Soobin—dijo una voz suave. —No quise despertarte. 

Beomgyu, era él. Incluso sedado como estaba, podía reconocerme su voz. O quizás mi mente me estaba engañando y solo estaba alucinando. 

Parpadee un par de veces tratando de ver su rostro, pero mi mal estado y la medicación fueron más fuertes. Me sentía mareado y mi cabeza daba vueltas. 

—Vuelve a dormir Soo. 

Imposible. Si no podía verlo, al menos lo escucharía, traté de levantar mi mano para alcanzarlo, pero no pude. Mi cuerpo se sentía tan pesado como nunca antes. Bueno, al menos la parte de mi cuerpo que podía sentir... 

Incapaz de moverme, simplemente negué con la cabeza. 

—Está bien, Soo. Me quedaré aquí— me dijo. 

Un sentimiento de seguridad me invadió de repente. Asentí y cerré los ojos, él se quedaría. 

Ahora, su mano fría jugaba con mi cabello y escuché como soltaba una pequeña risa, sacudí la cabeza y él entendió que estaba preguntando implícitamente por qué se reía. 

—Tu cabello es un desastre, ¿sabes?— lo pensé y me sentí avergonzado de inmediato. Debo haber tenido el peor aspecto, y el chico más lindo que había conocido estaba a mi lado ahora. Afortunadamente, para mí, estaba oscuro. Fruncí el ceño y él se rió de nuevo. 

—No te preocupes, lo arreglaré por ti antes de que los médicos me atrapen aquí. 

Entonces Beomgyu estaba en mi habitación ilegalmente. Mi corazón saltó dentro de mí y no pude hacer nada más que sentirme halagado. No estoy seguro de si realmente lo hice o si fue impresión mía, pero le sonreí.
—Lo sé, no debería estar aquí. Especialmente después de todos los problemas que he causado. 

¿Él pensaba que había causado todo esto? Así que parecía que ambos nos habíamos estado culpando todo este tiempo. Al menos eso teníamos en común.
—Voy a decir esto rápidamente, Soo. Quiero disculparme por lo que hice. No por el desmayo, por supuesto. Ojalá fuera más fuerte para controlar eso—. Esas palabras me recordaron el dolor por el que él estaba pasando. —De todos modos, me sentía un poco mejor ahora, así que quería decirte que siento mucho haberte puesto en una situación tan difícil. Quiero decir, mírate. 

Ahora él estaba tomando mi mano. El frío de sus dedos contrastaba con el calor de mi mano. Con un gran esfuerzo, presione su mano contra la mía. Todavía tenía los ojos cerrados, así que imagine su rostro mirando nuestras manos. 

—Jen me dijo que te caíste de la cama cuando me llevaron. Me sentía tan terrible y culpable que trate de escapar de mi nueva habitación, la cual tengo que decir que es horrible, pero los médicos dijeron que no lo hiciera. 

No podía imaginarlo, tan frágil como estaba, tratando de levantarse solo para ver como estaba yo. 

—No tienes idea de cuánto extraño tu compañía, incluso tus eternos partidos de fútbol en la televisión. 

Recordé las tardes anteriores que habíamos compartido juntos y parecía que había sido hace años. 

—Y estoy seguro de que extrañas mi forma de hablar de videojuegos, ¿no? Pero no te preocupes, ya les pedí a los médicos que me trajeran de vuelta aquí. 

¿Él había hecho eso? Presione su mano más fuerte, como si estuviera tratando de retenerlo. 

—Relájate, Jen me dijo que pasarán solo unos días antes de que me vuelvas a tener aquí. No tendrás que extrañarme mucho más— se rió y yo volví a sonreír. 

—Wow, Soobin, esto es tan extraño, solo yo hablando, ¿sabes? Quiero decir, tú eres el más hablador de los dos. Quizás el más hablador del hospital. 

Revise todo el tiempo que habíamos estado juntos en esa habitación. Él tenía razón; había pasado la mayor parte del tiempo hablando y él solo. E escuchaba, en ocasiones respondía alguna de mis preguntas. Si realmente volviera a estar con él, trataría de ser el que escuchara. Después de todo, no había olvidado lo último que supe sobre Beomgyu. Él no tenía familia o amigos para estar con él. Ok, entonces tal vez yo podría ocupar ese lugar... esperando ser más que un amigo. 

—¡Maldición! El doctor Frederickson viene. 

Me sentí tan nervioso cuando do dijo eso que mi respiración se agitó. Pero no estaba nervioso de que los doctores encontrarán a Beomgyu ahí, no. Me puse ansioso por que sabía que le pedirían que saliera de la habitación, que me dejara. 

—Tengo que irme ahora, Soo. Por favor, prométeme que no te preocuparas por mí. Prométeme que te cuidaras—. Me dijo susurrando mientras se acercaba a mi oído. ¿Quizás me besaría en la mejilla? 

Soltó mi mano y el vacío se sintió horrible. 

—Adiós, Choi.

Tal vez fue por el miedo a perder lo nuevamente que mi cuerpo finalmente reaccionó. Moví mi cabeza ligeramente hacia él y sentí la sensación más maravillosa. 

Sus labios contra los míos. 

Quizás estar sedado no era tan malo después de todo.

Camas de hospital ꒰Sᴏᴏɢʏᴜ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora