Camas de hospital ꒰Sᴏᴏɢʏᴜ꒱

34| Segunda oportunidad

El viaje de regreso al hospital fue uno de los momentos más incómodos de toda mi vida.

Beomgyu se despertó unos minutos después de desmayarse y su hermano no solo suspendió el funeral, sino que también insistió en llevar a Beomgyu al hospital él mismo. Se sentía tan culpable que hasta me dio pena, y se sintió aún peor cuando, una vez a solas, le dije que yo era el novio de Beomgyu, no Yeonjun.

Se disculpó como cien veces por, bueno, todo. Y esto fue solo una parte de por qué el viaje fue incómodo.
Me senté en el asiento del pasajero y Yeonjun condujo evitando mi mirada tanto como pudo, de vez en cuando mirando el espejo retrovisor para ver a Beomgyu que por suerte se sentía mejor aunque aún estaba pálido. Sin embargo, pasó la mayor parte del viaje asegurándole a su hermano que estaba bien y que no había nada de qué preocuparse.

Tan pronto como llegamos al hospital, Jen y el Dr. Frederickson corrieron hacia nosotros y se llevaron a Beomgyu a ver cómo estaba a pesar de su insistencia en que estaba bien.

—¡Te veré en un minuto, bonito!— Le grité mientras Yeonjun me ayudaba a sentarme en mi silla de ruedas, todavía mirando a todos menos a mí.

—¿Soobin?— Jisung, el hermano de Beomgyu, me llamó, —¿Está bien si me quedo? Me gustaría asegurarme de que esté bien.

—Por supuesto, Jisung—. Le sonreí.

Jisung definitivamente no era como el resto de la familia de Beomgyu. Y obviamente era porque no había estado en la vida de su padre. Por lo que nos había contado, él siempre supo que su padre tenía otra familia así que nunca insistió en buscarlo; sin embargo, era una mejor persona y se encargó de los preparativos para el funeral del hombre.

Pero lo que más me agradaba era lo preocupado que parecía estar por Beomgyu. Había sido hijo único hasta unos días antes y estaba claramente feliz de saber que ahora tenía un hermano. Y la noticia de que él vivía en un hospital era motivo suficiente para preocuparse.

—Puedes esperarlo en nuestra habitación—. Le ofrecí. —Te mostraré el camino—. Dije girando mi silla hacia la entrada.

—Genial, gracias.

—No hay problema—. Solo esperaba que Beomgyu no se molestara.

—¿Soob?—, una voz diferente me llamó.

—¿Qué quieres, Yeonjun?— Juro que hice lo mejor que pude para no parecer enojado pero no pude.

—Uh, ¿podemos hablar un minuto?

Lo miré y luego a Jisung, quien inmediatamente sintió la tensión.

—Está bien. Entraré para hacer algunas llamadas mientras hablan. Disculpen.— Nos dijo Jisung y se fue antes de que pudiera responderle.

Hubo un largo silencio antes de que Yeonjun encontrara las palabras para hablar, y todo lo que podía pensar mientras tanto era el momento incómodo en el cementerio. Mientras Yeonjun había estado ocupado ayudando a Beomgyu, todos le hablaron creyendo que era su novio.

Por supuesto que Jisung no lo sabía y no podía culparlo por su confusión, pero lo que realmente me sorprendió fue que Yeonjun no se molestó en corregirlos.

—¿Estás enojado conmigo?— me preguntó con el ceño fruncido y las manos en los bolsillos.

Respiré profundamente mientras miraba hacia otro lado. Honestamente, si. Estaba furioso. ¿Pero por qué? Él no había hecho nada malo. Por el contrario, solo nos había ayudado a mí y a Beomgyu pero mi enojo estaba ahí.
¿O eran celos?

—Yo-no lo sé.— Suspiré mirándolo. —Ciertamente no estoy feliz.

—Eso es obvio y entiendo por qué, pero soy tu mejor amigo y te conozco bastante bien. Puedo notar que estás enojado, solo quiero saber por qué conmigo—. Su voz se volvió más seria mientras hablaba.