25| Por Venir.

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—¡Date prisa, Jen, por favor!— Le rogué desde mi silla de ruedas.

—Estoy empacando lo mas rápido que puedo, pero tu bolso es un desastre, hijo— me dijo doblando la ropa para meterla en mi bolso.

—Lo sé, lo siento. Solo quiero volver a mi amtigua habitación.

—A Beomgyu, querrás decir—. Me dijo con una gran sonrisa.

—No puedo esperar para contarle la noticia.

La felicidad crecia dentro de mi a cada segundo y sabia que mi corazón explotaría tan pronto como volviera a rnvontrarme con Beomgyu. Aunque fue poco tiempo, estar lejos de el había sido una de las cosas más difíciles por las que había pasado.

Pero no me importaba en absoluto, ahora sabia que Beomgyu había planeado todo para ayudarme. Las Lágrimas y la depresión habían valido la pena y no significaban nada oara mi en ese momento. Lo único que tenía en mente era el progreso de mi recuperación, y eso se lo debía todo a Beomgyu, mi Gyu. Bueno, y quizás un poco al Dr. Jeon Jungkook.

—Estoy tan feliz por ti, Soobin. Y estoy segura de que Beomgyu sentirá lo mismo cuando se entere.

—Yo espero que si. Lo extraño mucho

—No estuvieron separados ni siquiera durante 48 horas, Soobin.

—Se sintieron como años, Jen.

Termino de emoacar todas mis cosas, que no eran muchas, y empujo mi silla por rl pasillo del hospital hasta mi antigua habitación. Lo habría hecho yo mismo pero todavía estaba temblando de la emoción y mi mano presionando mi rodilla derecha para ver si podía tener otra reacción. Por supuesto que no paso nada.

Cuando llegamos a mi habitación levante la mano pidiendole a Jen que se detuviera.

—Crei que puedo solondesde aquí.

—Estoy segura que sí—, dijo mientras me daba mi bolso. —Vendré mas tarde con su cena, ¿de acuerdo?.

—Gracias, Jen, por todo.

Me miro fijamente por un momento y de manera rápida se fue por que estaba a punto de llorar.

Fingiendo ser médico, toque la puerta antes de entrar.

—Adelante—, respondió la voz de Beomgyu desde el interior.

—Joven Choi—, dije con cara seria mientras entraba en la habitación.

—¡Soobin!— Gritó de un salto en su cama, haciendo que me preocupara por los cables conectados a sus muñecas. —¿Qué?¿Por qué? Hola.

—Tenemos que hablar—, dije y empuje mi silla hacia su cama.

Beomgyu se mantuvo en silencio y la expresión en su rostro denotaba que estaba aterrorizado. Yo también me mantuve en silencio para permitirme apreciar sus ojos colos avellana, lo cual arruino mi plan de fungir enojo

Podía sentir mis labios curvarse cuando una sonrisa gigante aparecio en mi rostro y mi corazón comenzo a latir más rápido. Inconscientemente tomé su mano y sentí como me relajaba.

Él agacho la cabeza ante mi reacción pero hice que me mirara acariciando su mejilla.

—Fuiste tu, Gy.

—¿Qué?— Su voz se quebro tratando de pronunciar esa palabra, pero pronto se dió cuenta de lo que quería decir.

—Tu sabes de que estoy hablando—, a este punto era imposible ocultar mi sonrisa. —Fur idea tuya, ¿no?

Tragó saliva y puso mala cara. —Soobin, te juro que yo solo quería ayud-

Lo interrumpí con el beso mas apasionado que jamas le habiadado, no es que hubieramos compartido luchos, pero todos y cada uno de ellos habían sido increibles.

Beomgyu se quedo quieto un momento para despues abrazarme. Tomé su rostro entre mis manos y presione su cuerpo lo mas cerca posible de mi. Nos besamos por un rato y fue perfecto

—Gravias, Gyu—, Susurre entre besos, sentí lágrimas en nuestros labios, pero no eran de él. Eran mías.

—Soo, ¿qué pasa?

—El Dr. Jeon me lo conto todo—. Le expliqué secandome las lágrimas. —Me habló del plan, de tu plan.

—Oh, ¿Estas enojado conmigo?

—Me mentiste, cariño—. suspire y vi como el pecho de Beomgyu se elevaba mientras su respiración se volvía intranquila. —Pero también me salvaste.

—¿Qué?— Preguntó entrecerrando los ojos

—Mi cuerpo finalmente reacciono, finalmente pude mover-

—¡OH DIOS MIO, SOOBIN!— Gritó con entuciasmo abalanzandose a mi y envolviendome en un cálido abrazo.

—Beomgyu, espera!—. Hice todo lo posible para detenerlo, luego me di cuenta de que los cables y agujas ya no estaban alrededor de sus muñecas. —Espera, ¿dónde-?

— No eres el único con buenas noticias para compartir, cariño.


De repente, la última vez que había visto a Beomgyu pasó por mi mente, haciéndome temblar. Había estado tan mal con el suero y el oxígeno que ahora era como si fuera una persona nueva. Lo miré de nuevo, prestando mayor atención esta vez. Su rostro ya no estaba pálido, sus manos ya estaban frías como de costumbre y sus labios habían tomado un color rosado. Sin duda él estaba mejor.


Me había dicho a mí mismo que debía ser fuerte por ambos, pero estaba abrumado. No era común que tuviéramos buenas noticias para compartir, así que simplemente deje de reprimir mis emociones y al parecer Beomgyu estaba haciendo lo mismo, nos abrazamos y apoyamos la cabeza en el hombro del otro, llorando y reconfortándonos como lo necesitábamos.


—Beomgyu—, murmure mientras lo veía a los ojos. —Te amo.


Él me sonrió entre sollozos y completamente ruborizado. —Yo también te amo, Soobin. Y me encanta que nos cuidemos el uno al otro.


Compartimos otro beso largo, completamente relajados ahora sabiendo que lo mejor estaba por venir para nosotros.

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NOTA PUBLICITARIA:  Si les ha gustado la Historia les invito a pasarse por mi Twitter para que lean "Tightrope" una historia Soogyu totalmente de mi autoria, trato de actualizar seguido.
Si les interesa mi cuenta es @crytosoogyu.

Nota extra: Si ya comen recuperación de los chicos ¿se acerca el final?

Camas de hospital ꒰Sᴏᴏɢʏᴜ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora