17| Razones

122 24 5
                                    

—¿Estás cómodo, Soobin?

—Tanto como puedo—, le dije a Jen mientras empujaba yo mismo mi silla de ruedas fuera de la habitación.

—¡Estaremos aquí cuando vuelvas, hijo!— Escuché decir a mi madre mientras me alejaba.
Mi madre había decidido traer a mis hermanos a visitarme. Y a pesar de que fue una agradable sorpresa, no pudo haber sido en un peor momento.

Era el día en que finalmente se me permitió volver a usar mi silla. Los médicos habían dudado mucho. Los últimos días mi estado de ánimo y mi salud habían sido una montaña rusa, solo que las bajadas eran más provenientes.

Excepto por un momento especial, spor supuesto. Dos noches atrás había besado al chico más lindo y encantador que he conocido. Pero desde entonces no nos habíamos vuelto a ver. Beom se había visto obligado a permanecer en su habitación privada hasta que se recuperara. En cuanto a mí, me asignaron una enfermera personal que me cuidara, pero principalmente, me di cuenta de que permanecía cerca de mi habitación para que nadie pudiera entrar o salir.

Pero eso está a en el pasado, Hoy era muy diferente. La emoción dentro crecía de mí mientras avanzaba por los pasillos del hospital.

—¿Tienes ganas de ir al jardín, Soo?— Me preguntó Jen mientras caminaba a mi lado.

—En realidad no—. Dije evitando sus ojos 

—No puedes engañarme, muchacho—, me dijo riendo. —Sé a donde te diriges, pero necesito que me escuches.

En ese momento estábamos esperando que llegara el ascensor, así que no tenía excusa para evitar su cara. Temeroso de lo que Jen fuera a decir, lentamente me volví hacia ella.

—Te llevaré a la habitación de Gyu Como lo había prometido—. Jen era definitivamente la mejor. —Pero temo que voy a pedirte algo a cambio.

—Cualquier cosa—, dije sin dudarlo.

—Quiero que me ayudes a ayudarlo—. Parpadee y me tome un momento para entender sus palabras.

—¿Cómo podría yo hacer eso?

—Seré honesta contigo, las primeras veces que Gyu estuvo aquí siempre estuvo dispuesto a sanar. Pero últimamente, parece como si hubiera perdido su razón para recuperarse, es como si se hubiese abandonado para...

—Para morir—. Me estremecí al pensar en Beomgyu rindiéndose y muriendo.

—Así es–, y ahora ella se estremeció. —No estoy segura de cuál era su razón antes, tal vez era su familia o amigos, o tal vez su carrera.

—¿Su carrera?, él nunca menciona nada de eso.

—Y ¿a caso tú le has preguntado?—
Bien, mi culpa. Repase mentalmente nuestras viejas conversaciones y noté que habían sido muy superficiales. Y, lo peor de todo, principalmente habían sido sobre mí. Supongo que había una razón lógica por la que Beom se sentía más cómodo hablando de mí, evitando sus propios problemas.

—Lo haré ahora, lo prometo.

—Bien, pero yen cuidado. Recuerda como se pone cuando la gente pregunta sobre su vida privada, Soo. Y eso es exactamente lo que quiero pedirte. Me he dado cuenta de que ustedes dos, bueno—. Me sonrio e inmediatamente sentí como el calor subía por mis mejillas.

—¿Nosotros dos qué?

—Bueno, esperaba que tú pudieras decirme. ¿Está saliendo o algo así?

—¿QUÉ?— Mis ojos se abrieron de par en par y mi grito atrajo la atención de todos en el pasillo.
 Jen se rio a carcajadas y aunque se cubría la cara con las manos, me di cuenta de que tenía problemas para parar.

Después de unos segundos, por fin respiro hondo y entramos al ascensor.

—Tengo que decir que esa no es una reacción que esperaba, ¿Pero por qué? Es obvio que él te gusta.

Supongo que no tenía sentido pretender lo contrario. Después de todo, Jen se iba a quedar conmigo un tiempo más, me vería la cara cada vez que yo viera a Beom, la sutileza no era mi fuerte.

No es eso, es solo que... No lo sé, ¿cómo podrían dos personas salir en un hospital?

—Te sorprenderías de más muchas cosas que he visto en todos los años que llevo aquí, Soobin.

—Pero incluso entonces, Beom me rechazaría, solo Mírame—. Pero no estaba señalando mi cara, mi cabello o mi ropa. Estaba señalando mis piernas. —¿Cómo podría estar con él? ¿Cómo podría realmente ayudarlo?

Mis palabras me hicieron darme cuenta de muchas otras cosas que no podría hacer con Beom, pero decirlas en voz alta solo lo haría más doloroso.

Nunca podría llevarlo a un restaurante elegante, no podría acompañarlo a su casa después de una tarde de películas, no podría llevarlo a bailar...

Pero lo que más me dolió fue que definitivamente yo no era una ayuda adecuada para que él se recuperara. ¿Por qué?, por qué nunca podría ser capaz de cuidarlo, no podría levantarlo en mis brazos cuando cayera. Literal o metafóricamente.

Estoy seguro de que Jen notó el cambio en mi estado de ánimo por qué ahora estaba empujando mi silla, tal vez tratando de darme algo de privacidad con mis pensamientos.

Me acordé de la noche del beso, fue Beomgyu quien había cruzado todo el hospital para visitarme. Fue él quien había alcanzado mi cara.

La realidad me golpeó como una cachetada.

Todo este riesgo él había sido mi razón para sanar. Y yo me estaba recuperando, de hecho. Le debía eso... Me recuperaría para cuidarlo.

Me convertiría en su razón para sanar.

Camas de hospital ꒰Sᴏᴏɢʏᴜ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora