29| Días contados

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—¡Amor, mira!

Beomgyu acababa de entrar en la habitación pero automáticamente se congeló tan pronto como me vio de pie por mi cuenta. Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas de inmediato mientras su labio inferior temblaba. Era casi inaudible, pero yo sabía que estaba susurrando mi nombre.

—Lo hice, Gyu —. Mi voz se quebró y tuve que presionar mis labios para no sollozar.

Tenía tantas ganas de abrazarlo pero mis manos estaban agarrando la barra para sostenerme. Sabía que era cuestión de segundos hasta que tuviera que sentarme, pero ver a mi novio me dio toda la fuerza que necesitaba.
Beomgyu caminó hacia a mí muy lentamente, como si tuviera miedo de hacer un movimiento repentino, y cuando llegó a mi lado, se detuvo sin saber qué hacer.

—Yo - yo quiero abrazarte—. Admitió limpiándose una lágrima de su ojo.

—Puedes, Beomgyu. Solo, ten cuidado —, le dijo el Dr. Jeon desde su escritorio, —recuerda que sus piernas todavía están débiles, y estoy seguro de que ahora mismo está más concentrado en ti que en su propio cuerpo— comentó haciendo reír a Jen y al Dr. Frederickson.

Y aunque Beomgyu también se rió, cruzó cuidadosamente los brazos alrededor de mi cuello y me dio un beso en la mejilla. —Lo lograste, Soo. Estoy tan orgulloso de ti.

—Lo hice por ti —, le guiñé un ojo, sonriendo como el hombre más feliz de la tierra.

El Dr. Jeon me explicó que tenía que volver a mi silla porque no debía estar de pie mucho más tiempo ya que incluso podría lastimarme, así que obedecí y dejé que me ayudara a sentar.

Beomgyu y Jen estaban tomados de la mano detrás de mí mientras todos escuchábamos las instrucciones de los dos médicos. Básicamente me prohibieron intentar ponerme de pie de nuevo mientras estaba solo en mi habitación. Supongo que me conocían bien...

Me sorprendió cuando Beomgyu les hizo algunas preguntas, una de ellas incluso sobre cómo podía ayudarme, a lo que sonreí cuando escuché la respuesta. —Sólo apóyalo, Beom. Pero igual mantenlo vigilado.

Jungkook bromeó haciéndonos reír a todos esta vez.

—Muy bien, Soobin. Si todo está claro, podemos volver —, dijo Jen, lista para empujar mi silla.

—Jen —, Beomgyu la interrumpió tímidamente, —¿te importaría...?

—¡Oh cariño! ¡Por supuesto! Todo tuyo—, Jen se hizo a un lado, dejando que mi novio empujara mi silla para que pudiéramos volver a nuestra habitación solos.

Estuvimos en silencio todo el camino hasta nuestra habitación, pero me las arreglé para tomar la mano de Beomgyu, todavía estaba temblando pero me aseguré de sonreír a todos los médicos y enfermeras para que no creyeran que algo malo había sucedido.
Cuando llegamos a nuestra habitación empujé mi silla hacia mi cama, pero él se quedó con la espalda pegada a la puerta cerrada.

El silencio invadió la habitación caí en la cuenta. En ese preciso momento me di cuenta por completo de lo que acababa de hacer. Rápidamente giré mi cabeza hacia Beomgyu. Se cubría la mitad de la cara para que no lo viera llorar. Pero supongo que era demasiado tarde, porque ahora los dos éramos un desastre.

—Soo, ¿necesitas - necesitas un momento a solas?— me preguntó entre sollozos.

Negué con la cabeza y levanté la mano para pedirle que se acercara. Caminó hacia mí y se apoyó en el borde de mi cama, sosteniendo mi mano una vez más. Sus ojos llorosos se veían más hermosos que nunca, y saber que la razón de esas lágrimas felices era yo hizo que mi corazón saltara locamente dentro de mi pecho.

Camas de hospital ꒰Sᴏᴏɢʏᴜ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora