¿Otro Potter? |Jenlisa

Capítulo 13

POV Lisa

Las vacaciones de invierno habían terminado, bastante rápidas para mi gusto.

Si odiaba tener que bajar la multitud de escaleras y andar durante largos minutos para llegar a mi sala común, subirlas y con dos maletas repletas de ropa, era aún peor.

Decidí que no llevaría tanto equipaje.

Es más, no lo hice.

Pero encontré varias tiendas de ropa con prendas que eran muy de mi estilo. Y si, aunque las vacaciones duraron apenas una semana, en mi opinión había cambiado bastante físicamente.

Había aumentado mi complexión física, viéndome ahora más fuerte y atlética, el set de mancuernas me había funcionado de maravilla.

Mi estilo ha cambiado totalmente, ya no visto casi ningún pantalón pegado, y le he dicho adiós a los tops. Ahora respiraba por jeans holgados y camisetas oversizes.

Y para rematar, me había hecho un cambio radical en el pelo. Cortando mi larga cabellera castaña, y tintándola de negro.

Ósea que había pasado de ser una joven castaña delgaducha, a una pelinegra con bíceps definidos.

El problema, obviamente no soy una narcisista, pero hay que aceptar que voy a atraer a varias chicas de la institución. Lo que pasa es que yo no soporto la atención, y tener detrás a una considerable cantidad de mujeres, iba a ser agotador.

-¿Me has copiado el color de pelo? -Una Jisoo me recibió tumbada totalmente en mi cama, ni siquiera sabía cómo entraba en la sala común. Me da a mí que Rosé tiene algo que ver en eso.

-Hola Chu, también estoy contenta de volver a verte -Tiré las maletas al suelo y me tumbé de un salto en la cama de mi amiga rubia.

-Déjate de pendejas, Lisa. Ahora vamos a lo verdaderamente importante -Se sentó recta y frotó sus manos como un verdadero villano de película animada -¿Qué me has traído?

-Pareces una niña chica -Dije al escuchar la ilusión en su voz. Metí mi mano derecha en uno de los bolsillos traseros de mis jeans, y saqué un boli.

-Esto debe de ser una broma -Su cara era de incredulidad pura cuando le entregué el objeto de oficina.

-No seas malagradecida, sobre todo cuando ni siquiera sabes el funcionamiento de este boli.

-Claro que si, escribir en un papel, como todos -Dijo de forma obvia -Añadiré "tacaña" a tu lista de defectos -Sin más que decir, cogió el bolígrafo y salió de la habitación como toda una diva.

-¿Tienes una lista de mis defectos? -Grité para que me escuchara, pero un portazo en la puerta principal de la sala común, me dio a entender que pasaba de mi culo -Pues debe estar vacía -Quizás si era un poco narcisista.

Durante las siguientes horas me encargué de vaciar mi equipaje, eso sí, buscando la forma de que me cupiese las nuevas prendas que compré.

Un abrazo y un grito detrás mía me asustó, girándome enseguida para ver el dueño o dueña de ese chillido.

-Lisa-yah -Era Rosé, tan sonriente y cariñosa como antes -¿Qué tal las vacaciones?