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Ésto sucedió antes del capítulo 36.

Hubo un día en el que Marcy debía irse sola a casa, pero era muy tarde y el tren de la estación estaba lleno de personas apuradas por irse a casa

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Hubo un día en el que Marcy debía irse sola a casa, pero era muy tarde y el tren de la estación estaba lleno de personas apuradas por irse a casa.

A Marcy le daba demasiado miedo subirse a un vagón.

Podrían aplastarla porque era bajita.

O podría darle una crisis de pánico.

Se quedó sentada en la estación viendo los trenes pasar, sin saber que hacer. Sasha tampoco contestaba el móvil.

Pero, de pronto, una persona se acercó a ella.

Anne le sonrió y Marcy se puso de pie alegre, como si hubiera llegado la salvación de su vida.

La castaña se ofreció para llevarla caminando hasta su casa, realmente no tenía planes y no sería ninguna molestia. Así que ambas chicas caminaron de la mano, por la calle oscura.

Marcy le contaba cosas y se reía, Anne pensó que era una joven con un corazón demasiado puro. Marcy era como una estrellita, la castaña la miraba y creía que a pesar de ser frágil, era inevitable que brillara en todas direcciones con su sola presencia.

—Eres una persona muy especial, Marcy. Cuida mucho de Sasha y que ella cuide mucho de ti. Nos veremos en otra oportunidad.

Ese día, Anne se fue con una sonrisa en los labios. En el fondo, se alegraba de que Sasha y Marcy se hubieran encontrado y les deseaba lo mejor.

Una castaña tailandesa, decidió irse en el primer vuelo de avión que saliera a la mañana siguiente.

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Pasitos de Pingüino | SasharcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora