49

920 124 27
                                    

El tiempo pasaba lento, obviamente los días no eran lo mismo para Marcy sin la presencia de Sasha.

Luego de algunos meses, los mensajes desaparecieron, también las llamadas.

La de cabellos negros iba frecuentemente a tomar el té con la madre de Sasha, pasaba las tardes allí ayudando a la señora.

Había vuelto a hablar con Terri, salían más seguido y le ayudaba a conseguir sentirse segura en lugares a los que no estaba acostumbrada a ir.

Pasando los años, la baja de ahora 23 años trabajaba con Terri, siendo maestra de la Academia de baile a la que iban cuando eran adolescentes.

No había hablado en mucho tiempo con Sasha, pero cada día mientras miraba su collar con la gema, deseaba que Sasha estuviera muy bien y que fuera muy feliz.

Sus alumnos eran pequeños, de a penas diez años, y siempre le pedían que contara la historia de como había llegado a ser profesora y a superar sus miedos.

A Marcy le gustaba hablarles de como una persona había llegado a iluminar su oscuridad.

Sasha siempre estaba presente en sus pensamientos, como le había prometido.

Marcy y su madre ahora vivían con Terri y su familia.

Lo único que le faltaba a Marcy, era que Sasha estuviera con ella.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasitos de Pingüino | SasharcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora