My Ideal Boy

🥀 11: Suite 505

Unas tres horas más tarde Evangeline se despidió de las visitas y de su hermano, alegando que tenía que ir a dormir porque al día siguiente iría a la universidad y no podía desvelarse.

Una vez en su habitación la chica sacó el sobre de su bolsillo y lo abrió.

—¿Mmmh? —murmuró.

Dentro del sobre solo venía una fotografía, una tarjeta de crédito y una dirección, junto a una tarjeta llave.

En la fotografía se veía en un lugar, un edificio enorme que hace muchos años vio, el lugar tenía por nombre "La Mansión", y, ahora que lo recordaba había escuchado unas cuantas veces a sus amigos hablar sobre ese lugar, muy famoso por ser uno de los mejores hoteles de Madrid y de España siendo calificado con 5 estrellas.

—¿Un hotel cinco estrellas? —preguntó—, estoy llegando a pensar que si eres un traficante de órganos, Max...

Dejó la fotografía y leyó la dirección.

—Calle Bailén, s/n. 28013. Madrid, España —murmuró, entre cerrando sus ojos tratando de leer las letras pequeñas—. Dios, estoy ciega, no miró nada —lloriqueo bajo la azabache, luego recordó su teléfono lo buscó y abrió la app de cámara y cuando enfocó las letras pudo ver que no eran oraciones de alguna dirección o algo así, sino el nombre de una persona escrita en cursiva—. Fiu... —susurró Evangeline.

—¿Max Alexander Grey? —pronunció alzando sus cejas sonriente—. Lindo nombre, Max —y más abajo estaba un código de cuatro números—. ¿2709? Mi fecha de cumpleaños... puede ser una coincidencia nada más... —susurró extrañada.

Pasó de eso a tomar la tarjeta de crédito.

—No estés bromeando —exclamó Evangeline abriendo sus ojos en grande al inspeccionar bien la tarjeta entre sus manos, era una Black Card y el código que hace unos momentos había leído era para esa tarjeta—. ¿Qué quiere que haga? Con esto podía vivir toda mi vida sin preocupaciones... ¿Por qué me da esto? —se cuestionaba tomando la última cosa que venía con las cosas, la tarjeta de llave.

—Suite 505 —leyó comenzando a guardar las cosas—. Este tipo seguro que cuando folla lo hace sobre una cama de oro o algo así —comentó Evangeline.

Guardó todo en el sobre y lo metió en uno de los cajones de la mesita que tenía al lado, tenía que guardarlo muy bien, si Emiliano o su madre lo veían definitivamente con lo curiosos que son, lo revisarán y cuestionarán por él.

No es que no tenga privacidad, pero a veces su hermano ocupaba algo y si ella tenía con que ayudarle lo hacía por lo que la mayoría de las veces el peligris entraba a su habitación siguiendo órdenes de ella en donde buscar y que tomar.

Y así, como las marcas en su cuello esto también podría llegar MUY GRAVE si lo descubren.

Luego de esconder muy bien el sobre... [lo guardó en un libro de matemáticas, Emiliano jamás revisaría ahí, odiaba las matemáticas así como odiaba a las arañas, porque si, Emiliano se reía de ella cuando salía gritando por las cucarachas, pero él no se quedaba atrás cuando de arañas se trataba, les tenía pánico, recuerda que una vez estaban limpiando la habitación del mayor y moviendo unos archivos encontraron un nido de arañas, Emiliano salió corriendo y volvió hasta que Evangeline le aviso que no había quedado ninguna, fue la única manera de hacerlo regresar a la casa] lavo sus dientes y se fue a dormir, no sin antes colocar sus audífonos y poner su preciada Playlist de música clásica para poder dormir a gusto.

🥀 [Conceptos sacados e inspirados en la serie Boys Love, Sotus: The Series] 🥀

—¡Evangeline! —gritó Emiliano desde el otro lado de la puerta dando fuertes toques casi azotando la puerta.