My Ideal Boy

🥀 20: Aleja tus sucias manos de mi novio

"—¿Qué somos ahora? —preguntó la chica al hombre que tenía frente a ella.

—Somos amigos, novios, esposos, almas gemelas, lo que tú quieres que seamos —sonrió Max besando sus oscuros cabellos.

—愛している —pronuncia Evangeline."

🥀

—Es una hermosa mañana, ¿no creen? —preguntó Evangeline, habían pasado ocho meses desde que Max y Evangeline se confesaron entre si lo que sentían y ahora se mantenían en una sana relación donde existía la confianza, el respeto y abundaba el amor que se tenían, porque si, ahora los dos aceptaron que era amor lo que había, era amor del bueno, amor puro.

—¿No crees que desde que sale con Max está más feliz de lo normal? —le pregunta Emiliano a Samira, era verdad, Evangeline sonreía más y se mantenía feliz desde que sale con el pelinegro, aunque casi la deja "viuda" cuando ella le comentó que eran novios, Emiliano quiso matar a Max diciendo que le estaba robando a su niña y que pobre de él si la lastimaba, que lo refundiría en la cárcel si hacía alguna estupidez, en fin.

—Déjala, ¿no te pone feliz que esté así? —inquiere Samira tomando la mano de Emiliano suavemente mientras observa a Evangeline sentarse frente a ellos tomando su móvil para, seguramente escribirle a Max.

—Si me pone feliz, aunque a veces pienso que... si esto llega a acabar, Evangeline va a sufrir mucho —comentó el peligris observando a su novia verlo con un semblante decaído.

—No pienses en eso ni digas esas cosas, di que a lo mejor y ellos van a durar muchos años, no todo será perfecto pero siempre hay cuando sean felices y mantengan una relación sana no hay problema, así como tú y yo —sonrió Samira tomando la mano de Emiliano quien la miró dibujando una sonrisa en sus labios.

—¿Ya te he dicho que te amo? —cuestionó Emiliano tomando el rostro de la castaña entre sus manos.

—Hoy no —responde Samira fingiendo estar triste.

—¿De verdad? He sido un mal novio hoy pero... te amo —susurró Emiliano acercándose hasta dejar un suave y tierno beso sobre los labios de su linda y preciosa novia.

—Yo también te amo —correspondió Samira separándose cuando Evangeline aclaró su garganta para llamar su atención.

—Este... ¿Puedo pedirle un favor? —preguntó.

—¿Qué es?

—Max me ha invitado a salir esta noche, pero mamá y papá no pueden darse cuenta, ¿pueden decir que estaré con ustedes por unas... cinco o seis horas? —cuestionó después de checar la hora en su reloj.

—¿Cinco o seis horas? —indagó Emiliano.

—Es poco tiempo, pueden ir al cine o a un restaurante, al parque; que se yo, solo, no vayáis a la casa —pidió.

Samira y Emiliano se miraron entre sí, desde un principio que no se sentían bien al estarles mintiendo a Emma y a Ismael, porque sabían que sería un rotundo "no" que Evangeline saliese con Max, y aunque ellos tampoco les pareciera mucho, entendían que era lo que la azabache quería y no podían negarse cuando ella se veía tan emocionada al hablar del pelinegro.

—Está bien, vete —respondió Emiliano agitando su mano para "correr" a Evangeline de la cafetería.

—¿Me estás echando? —inquirió ofendida la chica.

—Si, así que vete antes de que me arrepienta —advirtió en broma el mayor, Evangeline sonrió y luego de abrazarlos se marchó del lugar, dejando paso a su silueta perderse entre la cantidad de personas que transcurrían frente al local.