My Ideal Boy

🥀 06: Anillo Trinity de Cartier

—Disculpa, no lo recordé —fingió ignorancia la contraria.

—Emiliano, ¿podemos irnos, por favor? —pidió Samira con su mejor cara de inocencia, la misma por la cual Emiliano caía siempre una y otra y otra y otra vez.

—Claro que sí —respondió el peligris—. Miranda, una disculpa, quedamos otro día, ¿te parece?

—Por supuesto —contestó Miranda tratando de hacer lo posible para que aquel tic en su ojo no se notase—, pero antes, ¿podemos intercambiar nuestros números? Así nos ponemos de acuerdo —sugirió.

Emiliano no estaba seguro en si darle su número a esa chica, no es que no le agradara, es solo que... bueno, no, no le agradaba y no sabía la razón, tal vez era porque confundió el nombre de Samira o porque es casi la enemiga de su hermana, no estaba seguro.

—Claro... —susurra sintiéndose incómodo con su presencia.

Miranda rápidamente sacó su móvil y se lo tendió al peligris, quien lo tomó y como maldad anotó un número que no le pertenecía, sonrió para sus adentros, alguien lo va a matar cuando se entere.

—Listo —sonrió Emiliano regresando el móvil a su dueña.

Miranda sonrió complacida al tener el contacto del mayor, todo iba según el plan, debía seguir así, iba por buen camino.

—Gracias, luego quedamos para nuestra salida —habló haciendo énfasis en la palabra "nuestra".

—Está bien, adiós, Miranda —culminó el mayor para voltearse y subir al auto, marchándose unos segundos después.

A lo lejos, una morocha veía con recelo a Miranda, el odio era notable en sus ojos ámbar, sabía lo que la chica estaba tramando con su hermano, pero no le dejaría el camino muy fácil, Emiliano es de Samira y se acabó.

—Has puesto los ojos en quien no debes... —susurró Evangeline, para marcharse.

🥀

—Dios, dame paciencia, porque si me das fuerza, necesitaré también dinero para la fianza —habló Evangeline alzando sus manos al cielo.

Hace como unos veinte minutos que habían comenzado con la presentación y Evangeline había sido seleccionada para dar inicio y comenzar a explicar algunos detalles, pero solo había un pequeño problema.

Miranda.

La zorr- la chica, no había parado de hacer preguntas y tratando de corregir a la morocha cada que podía, se creía la más inteligente cuando no lo es y Evangeline estaba a punto de explotar.

—Entonces, Evangeline, ¿cuántos cilindros tiene el motor? —cuestionó Miranda, creyendo que la contraria no sabía sobre lo que estaba hablando.

—Cuenta con 14 cilindros que le otorgan 114.780 CV, además tiene una cilindrada de 25.480 litros —respondió la azabache sacando pecho orgullosa cuando sus compañeros comenzaron a aplaudir.

—Miranda —llamó el ingeniero—. ¿Te gustaría impartir la exposición? —preguntó también ya harto de la actitud de la chica.

Pero Miranda se quedó callada, ella lo único que quería era hacer que Evangeline quedase en ridículo, más no quería ser ella la de ese problema, claro que no, así que simplemente negó con su cabeza y ya no dijo más nada.

—Como decía, su tamaño, al igual que su potencia, es descrestante pues con 26 metros de largo y 13.5 de altura es igual de alto que un edificio de cuatro pisos... —continúa la morocha sonriendo con arrogancia cuando Miranda rodó los ojos.