— Sabes que te apoyo en absolutamente todo, Adele pero te estás equivocando.— Sí, últimamente pareciera ser que lo único que sé hacer es equivocarme, es precisamente por eso que la única decisión inteligente es alejarlo de mí.
— ¿Le diste chance de explicarte por qué te dijo todas esas cosas? Adele, tu hijo te ama.
— No, Simón, no tiene cómo justificarse, es un niño, sí, pero es un niño que ha crecido en el seno de un hogar donde se le ha enseñado el valor y la importancia de saber usar el discurso, la palabra, él lo ha hecho y lo ha hecho bien aunque en ese proceso me haya lastimado a mí, lo ha hecho. Y su deseo ya no es estar conmigo.
— Tiene siete años, no quince, Adele. Sobra decirte que puedes venir a verlo cuando quieras, Adele, sólo recuerda que es tu hijo, que viene de ti, que siempre te va a necesitar y te va a querer, que moverlo de una casa a otra como si fuera un mueble, también le duele.
— Gracias, Simón. — Simón se acercó al auto, bajó la maleta del pequeño y la entró hasta la sala de su casa. Adele se disponía a subir a su auto cuando escuchó la voz de su hijo.
— Mami, yo te amo. — La rubia sólo atinó a sonreír de mala gana y eso le rompió el corazón al pequeño.
— Simón. — Adele habló desde el auto antes de que él pudiera cerrar la puerta de su casa. — No le des demasiado dulce y por favor, trata de respetar el horario que ya tenemos establecido, la rutina es importante para él.
— Tú eres parte de esa rutina, que no se te olvide. — Le dijo Simón con seriedad.
(...)
Mañana siguiente.
— Gracias — Adele tomó su teléfono y marcó al teléfono de Teresa pero sonó apagado por lo que llamó a su padre. — Papá.
—Hija, te esperé casi toda la noche para que habláramos ¿dónde estás? Sobre lo que pasó anoche y sobre las cosas que te dije, quería...
— Papá, no te alteres con lo que te voy a decir ¿vale? — Interrumpió restándole importancia al discurso de su padre.
— ¿Qué pasó ahora? — Dijo Mark con cierta molestia.
— Tuve un accidente con Rich.
— ¿¡Qué!?
— Escúchame, estoy bien, sólo llamaba a avisarte porque seguimos en un hospital y no sé a qué hora salga.
— Pero hija ¿en qué hospital estás? ¿Cómo pasó? ¿Te hiciste daño?
— Estoy bien. — Insistió.
— Hija, dime dónde estás.
— No quiero que vengas. — Confesó.
— Hija...
— Esta tarde me voy de la casa, no quiero incomodar.
— Adele, mi niña bonita, nunca vas a aprender a no poner palabras que no se han dicho en bocas ajenas.
— Sólo llamaba a avisar.
Adele suspiró y en ese momento una enfermera hizo presencia en la habitación avisándole que Rich ya había despertado.
— ¿Podría llevarme con él?— La enfermera la ayudó a ponerse de pie y al hacerlo, de su nariz salió un poco de sangre, la enfermera la limpió con cuidado.
— ¿Puedes hacerte presión?
— Gracias. — Por su mejilla se deslizó una lagrima provocada por el dolor en su nariz.
— Amor — Le dijo la rubia entrelazando la mano con la suya y dedicándole una sonrisa que emanaba paz, tranquilidad pero que no fue correspondida. — ¿Cómo te sientes? ¿Cómo fue que pasó?
ESTÁS LEYENDO
Only A Girl.
FanfictionUn día alguien decidió que nuestra historia merecía la hoguera, merecía el infierno, merecíamos el infierno. Pero aún con las llamas consumiendo mi alma desde siglos atrás, te busqué, nos busqué y nos encontré, encontré las cenizas, las mismas que...