La Dulce Espera

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Mansión Wayne 16:00 horas...


La batifamilia estaba reunida como todos los días disfrutando de una merienda vespertina, claramente Bruce estaba muy nervioso y con justa razón Jordán rondaba los ocho meses de embarazo actualmente y en cualquier momento su sexto hijo podía anunciar su llegada.


El día era calido, la suave brisa acariaba los rostros de los mejores que disfrutan del jardín, Hal sabía que aquello no podía ser tan perfecto, era simplemente la calma antes de la tormenta y eso no podía mantenerlo tranquilo.


-Algo te preocupa.- Afirmo Bruce mientras degustaba de su cafe, aquello sorprendió a Hal y no por el interes de su futro esposo, sino por la repentina intromisión.

-Demonios Bruce, se que ya debería haberme acostumbrado pero divagar mentalmente y que llegues de la nada a sorprenderme va a causarme un infarto un día de estos.- Dijo Hal recuperando el aliento.

-Lo se pero es divertido.- Dijo el azabache.- Sin embargo aún no me dices, ¿Qué es eso que perturba tu mente?.- Insistió el mayor sin dejar de observar a su esposo.

-Se que no dejaras el tema hasta saber lo que pasa Bruce, eres muy testarudo.- Dijo Hal antes de acariciar el rostro varonil de su casi esposo.- Es solo que... aunque suene pesimista algo muy raro en mi cosa que tú mejor que nadie sabrá... me refiero a que esto, es tan pacifico y perfecto, tan vulnerable, me gusta y me aterra en iguales proporciones Bruce, siento que es la calma antes de la tormenta.- Expuso el castaño con nerviosismo.


Bruce suspiro dejando escapar su preocupación, ya que creí que era algo especificamente más peligroso.


-Hal, entiendo perfectamente a lo que te refieres y si te soy honesto puedo exteriorizar contigo mi preocupación sobre  lo que sucede a diario, pero tomare tus propias palabras y hare uso de ellas en este momento.- Comento Bruce.- Mientras estemos juntos, seremos capaces de superar cualquier reto que la vida nos depare y cuando el Felices por siempre se nos quiera escapar, tomare tu mano con fuerza y no la soltare por nada del mundo.- Añadió el mayor antes de acercarse a su esposo y darle un tierno beso en los labios.


-Oh Bruce, tú siempre sabes que decir.- Dijo Hal antes de soltar unas lágrimas por la emoción.- Rayos, odio estar tan hormonal y es tu culpa.- Agrego el castaño dandole un leve golpe a su marido.


- ¿Mía?.- Pregunto confuso el mayor mientaras alzaba una de sus cejas.


-Tú pusiste esto en mi.- Respondió el castaño mientras señalaba su abultado vientre.


-Bueno no recuerdo escuchar que te quejarás cuando lo puse ahí precisamente.- Dijo coqueto el azabache mientras besaba levemente el cuello del castaño, logrando que este se erizara en reacción a los toques de su esposo.


- Si bueno, es que en ese momento no estaba plenamente consciente, casi fue una violación.- Dijo Hal sonrojado.


-No es violación si tú cooperas y en esa ocasión como en el resto de ellas, recuerdo muy bien lo ansioso que estabas.- Dijo el mayor con voz ronca logrando que al castaño le temblaran las piernas.

Eres Más De Lo Que EsperabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora