Bruce Wayne y Hal Jordán se encuentran en graves problemas en sus ciudades natales, la solución a cada problema está frente a ellos pero no lo entienden hasta que Chica Halcón les da un empujoncito.
Esta historia está basada en un fic súper genial q...
Hal se encontraba cómodamente dormido disfrutando de la paz que solo el mundo de los sueños puede traer, mientras tanto Bruce solo contemplaba el semblante pacífico de su futuro esposo y padre de sus hijos, por alguna razón Bruce decidió levantarse y tomo sus cosas para luego comenzar a pintar.
La inspiración había llegado a él y hacía mucho que no pintaba, si bien aquello no era un talento oculto, usualmente era un pasatiempo que le ayudaba a relajarse aunque claro el sexo lograba ser un mejor incentivo y su flamante pareja a veces podía ser alguien insociable todo gracias al embarazo aunque claro Hal era alguien muy activo sexualmente pese a no estar embrazado así que todo era un Plus.
Habiendo terminado su obra el azabache sonrió con ligereza y luego se acercó a su esposo para dejar un suave besos en su frente.
-Qué hiciste esta vez?. - Preguntó Hal medio adormitado.
-Nada, me ofende que creas que no puedo mimarte por simple gusto. - Respondió Bruce.
-No deberías ofenderte Spooky, padaste horas obersvandome como un maníaco, empezaba preocuparme, tienes una mirada que desnuda. - Espetó Hal abriendo los ojos lentamente.
-No escuche tus quejas sobre mi mirada anoche. - Dijo Bruce con cierta picardia en su voz.
-Si bueno en ese momento teníamos algo más interesante que hacer. - Dijo Hal sonrojado.
-Bueno, quieres ver mi puntura?. - Preguntó Bruce con voz tranquila.
-Por supuesto, espero sea un tazón de frutas, la sala necesita una decoración más alegre. - Dijo Hal con su tino de voz cantarin.
-No creo que sea el mejor adorno para la sala pero sin duda nuestra habitación estará bien equipada. - Dijo Bruce ayudando a Hal para que pudiera levantarse.
-Veamos que haz pintado entonces. - Dijo Hal tomando el brazo de Bruce cimo sostén en tanto que este le guiaba hasta el óleo.
-Y bien qué te parece?. - Preguntó el mayor en tanto que Hal dejaba salir unas lágrimas.
-Oh Bruce, es increíble, es... Soy yo con nuestro bebé. - Dijo el castaño enternecido.
-No soy el mejor pintor pero me alegra que te gustara. - Dijo el azabache.
-Oh Spooky es mas que gustarme, es sin duda el mejor regalo de todos, te amo. - Dijo Hal antes de lanzarse a los brazos de su esposo.
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Lo demás es historia vieja...
La mansión Wayne estaba siendo acomodada en un lugar en específico, el jardín donde una Pelirroja de fuego, una pelinegra tranquila, una morena coqueta y una rubia alegre se encontraban dirigiendo a los trabajadores.
