4. Le Sapore Di Stivale

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Martin y yo llegamos al restaurante "Le Sapore Di Stivale". Ese nombre me recuerda a un cómic que leí llamado "Se Souvenir De L'histoire" de Vicent Wouters, en ese cómic el amigo del protagonista tiene un restaurante con ese mismo nombre. Como sea, nos sentamos en la primera mesa de dos que encontramos. En la barra hay un hombre mirando el periódico y tomando un café con pastas. La camarera que estaba en la barra se acerca a nosotros.

Camarera - Buenos días señores, ¿Les traigo la carta?

Yo - No gracias, nos preguntábamos si podíamos hablar con un tal Nicolini Florenti

Camarera - Creo que vienen en buen momento, le voy a preguntar

La camarera se va, poco después, un hombre inconfundiblemente italiano se acerca a nosotros, nos saluda diciendo <<Buongiorno signori>> mientras coge una silla de la mesa de al lado y se sienta con nosotros. Tiene un acento muy italiano.

Yo - Buenos días, un policía llamado Señor Andersson nos habló de usted

Nicolini - O! ese viejo , y ¿Cómo a fue eso? Es un hombre reservado, ¿Y os ha hablado de mí?

Yo - Venimos de una ciudad llamada Födelse, huyendo de un incendio, es una larga historia.

Nicolini - Pues resume

Yo - Nuestra ciudad empezó a arder y nosotros salimos. Encontramos a unos policías en la carretera y vinieron con nosotros. Al despedirnos, Andersson nos habló de usted.

Nicolini - ¿Y qué os dijo exactamente sobre mí?

Yo - Que tienes contactos con la mafia italiana y que nos podrías ayudar por si teníamos problemas con los hornos

Nicolini - Quizás sí. Pero antes tenéis que hacer una cosa

Martin - ¿Qué?

Nicolini - Pon las manos sobre la mesa, aprieta y di "Gewíta", pero con una n al final

Me pongo de pie, pongo las manos sobre la mesa y repito lo que me ha dicho.

"ᚷᛖᚹÍᛏᚨᚾ" En ese momento un fogonazo de luz salió de debajo de mis manos y se apagó al instante. El único que no parece sorprendido es Nicolini. Martin lo repite, también sale luz de sus manos y se apaga rápidamente, igual que yo. Él y yo nos miramos impresionados, creo que acabamos de hacer magia. Nicolini nos pide que le sigamos. Nos lleva a una habitación que parece ser algo secreto. Agarra una baguette y dice: "ᛊᚲᛁᛖᚱᛈᚨᚾ". No sucede nada.

Coge un tablón robusto de madera que había por ahí tirado cogiendo polvo, lo pone en vertical encima de la mesa que hay en el centro de la habitación. Agarra la baguette fuertemente por una punta y golpea el tablón como si fuese una espada. De hecho, la baguette atraviesa el tablón, cortándolo a la mitad como si realmente fuese una espada.

Nicolini - El viejo encantamiento, que convierte a las cosas que llevan trigo en armas, si queremos vencer a los hornos, que luchan por su tradición, deberemos recurrir nosotros también a nuestras tradiciones

Martin - ¿Pero no eras italiano?

Nicolini - Sí, oiu, oui, decía nosotros pero en realidad era vosotros, quiero decir, vosotros los brödtlandeños

Yo - ¿Entonces lo que dicen de brujas y hechizos son verdad?

Nicolini - Algunas sí y otras no

Yo -  ¿Y qué más hechizos hay?

Nicolini - Yo solo conozco esas dos, pero se que hay más. Quizás alguien que sepa más os pueda decir

Martin - ¿Y usted que gana con esto? Si colaboras con la mafia dudo mucho que hagas las cosas por misericordia. ¿Por que nos has enseñado esto?

Nicolinni - De eso ya hablaremos si acaso más adelante, vosotros salid ahí a reventar hornos

Yo - ¿Y quién más sabe de esta magia?

Nicolinni - Algunas personas, algunos brujos, el estado, pero lo importante es importante que no salga del país

Martin - ¿Por?

Nicolinni - Vosotros evitad que ningún extranjero se entere y ya hablaremos del resto en otro momento

Martin - Ehhh...

Nicolinni nos acompaña a la puerta. Me da un bollo de pan y me dice que lo intente afuera y que lo lance rápido y lejos. Al salir hago lo que me ha dicho. Digo ᚷᛖᚹÍᛏᚨᚾ, que es lo que dijo antes, mientras sostengo el bollo de pan, lo lanzo. Unos segundos después explota fuertemente. Desde la puerta del restaurante, Nicolini nos habla: "Esa es la única forma de ganar la guerra contra los hornos, ni balas ni cañones, son inútiles. Esta es la única forma". Todo esto es muy raro. Nos despedimos de él. Los dos nos quedamos pensando hacerca de la magia esa y todas las cosas extrañas mientras vamos a la estación de tren. Destino a la capital, Huvudstad, el punto de encuentro con la familia de Martin.

Hornos Y Revolución - Onda BrödugnarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora