Capítulo 5: la carrera

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Los cortejos hacia el diamante de la reina eran abrumadores y constantes, para Harry ya era extenuante lidiar con los alfas del reino, pero al parecer el universo no creyó que fuera suficiente castigo, ya que en los últimos días se había sumado el príncipe Richard, el cual era odioso, creído e insoportable, incluso peor que el mismísimo Duque.

-he notado a los candidatos que te cortejan - la reina caminaba con él por el jardín del castillo - son memorables pero cada vez disminuyen más - Harry no era tan amable y sumiso como debía.

- yo también lo he notado - sonrió disimuladamente.

- el mejor candidato hasta ahora se podría considerar que es el príncipe Richard

- mis padres consideran lo mismo -su tono desanimado fue obvio, su madre lo había presionado en distintas ocasiones para aceptar el cortejo del principe, por un momento logro entender a Gemma, era abrumador ser seguido por la condesa, aunque a diferencia de su hermana él no podía evadirla, no tenía a un alfa que lo cuidara y cortejara por amor o que al menos lo cotejara realmente, todos seguían el título de diamante.

- la decisión final será difícil, pero realmente espero que tomes la decisión correcta y no te guíes por lo que los demás piensen que es adecuado - los movimientos de la reina eran tan delicados y precisos, era como mirar a una gacela con una increíble gracia corporal.

- yo espero lo mismo su alteza - la reina sonrió el escuchar su respuesta.

Se dirigieron al estrado principal encontrándose con el hermoso día de campo, para ese momento Harry estaba cansado de bailes y demostraciones, solo deseaba que terminara de una vez, Gemma le había escrito algunos consejos que no creyó correspondientes seguir, no eran nada adecuados para alguien como él y mucho menos se creía capaz de poderlos hacer bien.

- siéntate conmigo - pidió la Reina y Harry la miró con sorpresa, no esperaba que le pidiera su compañía más tiempo, con desconfianza se acomodo a su lado intentando no molestar al rey que al parecer no tenía interés en su llegada, algunas veces vio a Gemma subir pero solían dejarla de pie.

Desde ahí podía ver cada espacio del jardín, la vista era aterradora y más reveladora de lo que imagino, apostaba que no se perdían absolutamente nada- ellos son tu competencia -la Reina señaló a los omegas que se regocijaban por todo el jardín - y ellos - señaló a los alfas en los altos palcos que miraban a los omegas, era repugnante darse cuenta que podían observar cada detalle de cada uno de ellos - son tu objetivo

- yo no tengo un objetivo - susurro Harry seguro de sus palabras, los alfas eran depredadores de muy poca sutileza, sus risas y comentarios acerca de los chicos y chicas eran evidentes, los príncipes no se salvaban de tal bajeza, el príncipes Liam era guapo pero un cretino con C mayúscula, Harry había notado la manera en que trataba a su futura omega y no era como imagino, en ese momento agradecía no ser él quien sufriera tales tratos, el otro príncipe no se salvaba de ser un patán, era un desagradable prospecto en todas las maneras posibles de mirarlo

- deberías considerar uno -comento la Reina, el Duque entró en su campo de visión, lo había estado ignorando después del último baile, cuando Niall le explico lo que significaba aquel acto se apena de una manera horrible, él no lograba entender por qué lo hizo, no tuvo conciencias de nada por lo que no estaba realmente seguro cual era la posible explicación a tal acción - es posible que no tengas un objetivo, pero si un designio - la miro enseguida, la sonrisa de júbilo de la reina lo confundió.

- madre - el príncipe Liam se acercó - diamante - Harry bajó la miraba, no por respeto sino por asco - montaremos a caballo, podría brindarle compañía a lady Alina.

Juramento De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora