CapÍtulo 13: la unión

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El día más esperado por el reino llegó, la boda del Duque Tomlinson sería una noche mágica, el guardián del reino del diamante, al fin unirá su vida a un omega de casa noble como lo era la casa de la mariposa, ambos iban a emprender su vuelo juntos, sus lobos iban a compartir una conexión que esperaban fuera eterna, sería una velada majestuosa.

Harry no había logrado dormir nada en toda la noche, tenía una inquietud abominable, no había tenía la oportunidad de ver al Duque en los últimos días y estaba inquieto ante tal falta de interés del alfa hacia él, todos los invitados ya habían llegado y se hospedaban en la mansión, incluso el rey y la reina, su llegada había sido repentina, presentándose dos días antes de la ceremonia, esto lo había llenado de nervioso, además de que le afecto la inesperada llegada de Gemma junto a la familia real, no había logrado hablar con ella y la princesa tampoco parecía quererlo, envidia a su hermano en todo momento.

El príncipe Liam había sido el más inaguantable de todos ellos, el omega lo consideraba como un patán total, había intentado acercarse a él en distintas ocasiones, sin considerar que alguien podía llegar a verlos, era un oportunista sin interés por los demás, esta era su boda por lo que Harry debía soportar a los invitados fuera como fuera.

Deseaba que todo terminara lo más pronto posible, la noche anterior el muy descarado lo había emboscado en la biblioteca y le había pedido que no se casará con el Duque, que se quedará a su lado, que viviera en el castillo sirviendo a la princesa, nadie sabría de su relación solo debía cancelar la boda, Harry se sintió asqueado ante tal petición del siguiente Rey en la línea de la corona de diamante, como podía ser tan ruin, no esperaba nada de él y aun así logro decepcionarlo.

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El Duque se había hecho cargo de los últimos detalles de la boda, el omega parecía frustrado e inquieto y solo quería dejarlo respirar de tanto ajetreo, ya todo estaba listo y no podía comprender cómo llegó hasta ese momento de su vida, no podía mentir lo imaginó muchas veces, parado en el altar esperando a la persona con quien compartiría su vida entera, pero tenía dudas si esa persona realmente era el niño.

Si se ponía a pensar tal vez nunca fue él y estaba comenzando a comprender que jamás lo sería, el sentimiento que había desarrollado por Harry no era el mismo que sentía por la princesa, por esa omega que no era merecedora de su afecto pero que aun así no lograba borrar de su memoria.

Tocaron la puerta y se acomodó en el escritorio de sus aposentos - adelante - la puerta se abrió y la omega aparece - princesa - se levantó y enseguida comenzó a cerrar su camisa, no esperaba que ella lo buscara, mucho menos es su habitación.

- no te cubras, no es necesario, conozco cada parte de ti, ¿lo olvidas?

- qué es lo que desea?

- tu boda será alucinante, pero no puedes negar que mi hermano es bastante exagerado.

- ¿qué es lo que necesitas Gemma?

- me gusta cuando dices mi nombre - se acercó más y el alfa podía percibir su tan exquisito aroma.

- es mejor que se retire, no es conveniente que estemos en mi habitación a solas

- para quien no es conveniente - acercó su mano tocando el brazo del alfa que había olvidado como era tenerla tan cerca - recuerdas esa noche en la montaña, cuando planeamos nuestra boda - se acercó más logrando que el Duque perdiera un poco la cordura.

- no hagas esto.

- dijimos que nuestro amor serio eterno - el alfa cerró los ojos y la omega lo tomó de la camisa acercándose más a él, había extrañado tanto su aroma - no te cases Lou, no lo hagas - el Duque abrió los ojos, mirando lo hermosa que era. - dijiste que siempre me serias fiel - delineo las marcas oscuras de su pecho.

Juramento De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora