Juramento De Sangre

Capítulo 16: Nota.

Harry no se atrevió a poner resistencia cuando fue bajado de la plataforma y llevado con ellas, pudo notar a su amigo llorando y a su hermano alterado, pero ya no había vuelta atrás, solo avanzo con la mirada al frente sintiendo el temblor en sus rodillas y las náuseas provocadas por los murmullos y gritos en su contra.

Cómo fue que de un momento a otro pasó de ser respetado y adorado a ser juzgado y despreciado.

Un carruaje rojo los esperaba frente al puente de salida y por primera vez durante todo el día logro percibir a su omega e instantáneamente volteo encontrándose con esos fríos ojos azules que lo miraban fijamente, aparto la mirada con rapidez y se subió al carruaje logrando sentir la inundación de sentimientos en su interior, las ideas y repentinas emociones flotaban en su cabeza al sentir a su lobo de vuelta y rogaba que no se fuera, no quería estar solo, no ahora que su vida recién daba inicio y no estaba siendo tan placentera como se suponía, ya no se esperaba mucho para su futuro.

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El Duque se mantuvo en su lugar mirando como el niño se retiraba el collar con lentitud, ya no podía sentir esa conexión con el omega y tampoco percibía su aroma, era invisible para su alfa, aun así podía notar el temblor en sus manos y la manera en que su postura había cambiado ya no podía ver al antigua niño, este parecía angustiado y derrotado, las Heteras lo tomaron como suyo y el alfa sentía la necesidad de intervenir aunque ya no era guiado por el olor, solo por el mismo, sin en cambio no lo hizo permaneció tan solo con la mirada puesta en Harry convirtiéndose en un espectador de la abominable situación.

El niño fue bajado de la plataforma sin ningún cuidado y llevado al carruaje rojo que identificaba a las Heteras, si no intervenía ahora no lo podría hacer después, aunque no entendía por qué Harry no se oponía a tal atrocidad, el Omega solía ser descarado y atrevido, pero justo en ese momento permanecía callado, con la mirada al frente y la incomprensible manera de ocultado su aroma por completo, en un segundo la mirada del omega hizo contacto con la suya, sus ojos verdes no tenía el mismo brillo, su semblante era diferente y ahí estaba su lobo mostrando ese tan exquisito aroma, pero esa encantadora sensación no duro, el omega estaba aterrado, el alfa retrocedió al percibir las sensaciones que el niño emitía, en cuanto se subió al carruaje las heteras lo miraron, la mayor sonrió con satisfacción y se subió, ahora el diamante le pertenecía, era la primera vez que tan preciosa joya estaba a su alcance y no iba a desperdiciar el tan encantador regalo del Duque, después de todo él era el único que podía intervenir y no lo había hecho, en cuanto Harry pisará sus tierras no podría pelear por él y estaba segura que el Omega no iba a decepcionarla.

el carruaje avanzo dejando atrás cada recuerdo y la esperanza de volver, la primera lágrima resbalo por su mejilla, los caballos se adentraron con rapidez en el bosque alejándose del que siempre fue su hogar, la rapidez con la que viajaban era impresionante.

— mi nombre es Helena — la mujer se presentó, tenía un porte aterrador, su cabellera rojiza destacada, sus facciones eran delicadas pero imponentes, en realidad tenía cierto parecía a.... — ella es Hilda — señalo a la Omega rubio con hermosas pestañas — y ella es Hilaría — la omega pelinegra lo miro con un semblante que era escalofriante.

— tu belleza es impresionante, supongo que el pueblo no se equivocaba — el omega no respondió solo bajo la mirada, la mujer lo tomo del mentón — esta vida es mucho mejor de lo que todos creen y ahora eres libre — delineo sus labios y lo soltó, pero Harry sabía que eso era una gran mentira.

Durante años había escuchado hablar de las heteras, omegas hermosas con indiscutibles modales, vivían en una mansión en las profundidades del bosque, eran omegas que en un periodo de su vida fueron de una gran riqueza y una familia respetable, pero al quedar viudos o viudas fueron despojados de su riqueza, por lo que buscaron la manera de recuperar su vida llena de lujos, eran concurridas por alfas y omegas con un profundo interés por ellos.