IV

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Ambas familias se encontraban petrificadas y no siendo esto algo de sorprenderse en realidad, más aún cuando se consideraba el hecho de que estos no eran los únicos. Integrantes de los diversos Clanes del Imperio mirando asombrados tal espectáculo que estaba otorgando el príncipe a la corona del Clan Kim, un comportamiento nada habitual y que nunca antes mostró, ni por asomo, en anteriores ocasiones.

Los rumores no se hicieron de esperar.

— Jungkook, cariño

Llamó preocupada la Madre Luna Jeon a su menor hijo, intentando ir a su encuentro cuando lo noto dudar.

Grave error

Yongsun dejando cualquier accionar en el olvido cuando un repentino sentimiento de pavor por sentirse observada la inundó de pies a cabeza. Este sentir haciéndola sudar en frío logrando así que cada partícula en su ser se congelara, viniendo en conjunto con una ráfaga gélida que recorrió toda su espina dorsal.

Lo sentía...

Esto no iba a terminar nada bien.

— Taehyung — regañó entre dientes la Luna Kim con una fingida sonrisa hacía su hijo cuando se percató del repentino cambio de atmósfera que surgió entre ellos, más particularmente con un penumbroso alfa a sus espaldas.

Lastimosamente, y pese a los esfuerzos de ambas Lunas, los jóvenes haciendo caso omiso a sus llamados y todo por el simple hecho de no desear ser el perdedor en el juego que inconscientemente se vieron envueltos, ¿quién apartaría la mirada primero? Era un completo misterio. Un misterio que ninguno de los dos deseaba descubrir porque ello significaría ser el perdedor.

Y Jungkook tenía que admitir que le causaba curiosidad y nerviosismo como aquellos ojos afilados lo acechaban con tanta vehemencia... analizándolo, como si este fuera una miserable presa y el chico frente a él estuviera listo para cazar... tan solo esperando, ansiando el mínimo movimiento para atacar.

¿A qué quieres jugar, Kim Taehyung?

No importaba, estaba decidido en no dejarse intimidar ante aquel alfa y mucho menos ante los sinfines de cuchicheos que inundaron el salón. Con aquel pensar, Jungkook por fin se decidió por posar su zurda sobre la diestra del mayor que aún se mantenía extendida hacia su persona, este simple suceso cortándole las respiraciones a la mayoría de los presentes que eran espectadores de estar presenciando como el omega sin titubear había aceptado frente a todos dicha propuesta.

Y era sorprendente.

Sin duda alguna.

Por otro lado, Taehyung sin hacerse del rogar y con la alegría pintando sus perfectas facciones, volviendo a tomar la postura correcta, esta vez admirando desde unos cortos tres centímetros más arriba al omega frente a él, pero estos siendo los suficientes para que Jungkook se viera en la obligación de levantar levemente la mirada y que Taehyung bajara la misma para seguir así el encuentro de miradas.

Oh

Taehyung no privándose en observar con detenimiento desde los pies hasta la cabeza al omega frente a él, detallando en fuego vivo en su memoria lo que lamentablemente no pudo observar en el momento que lo conoció por la poca iluminación que existía en el lugar.

El omega en aquella particular noche vestía una fina blusa de la más fina seda que se asemejaba al mismo color de la nieve, solamente un poco traslúcida, no obstante, esta no llegando a la categoría de indebida. Las mangas, mientras tanto, eran singularmente holgadas, cayendo con gentileza por ambas extremidades, presentándose así gracias a estas en las muñecas un pequeño corte acampanado.

ANGEL FACE || KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora