XXVI

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Veinticinco años atrás:

— ¡Cállate!

Rugió enfurecido Hyunbin mientras empujaba con la plantilla de su zapato el delicado cuerpo de su mujer, esta terminando cayendo adolorida sobre el frío mármol mientras se sostenía entre llantos, su mirada vidriosa no apartándose en ningún momento de la imagen de su alfa sosteniendo sobre sus piernas a otra omega quien se regocijaba sobre él.

— ¡Lárgate de una buena vez!

Era patética.

Lo era, sin duda alguna...

Indudablemente patética la imagen que estaba otorgando.

— Pero... Hyunbin — clamó entre lamentos Yongsun, levantándose sobre sus talones suplicándole el perdón al alfa frente a ella con sus vidriosos luceros, no importándole el hecho de ser el centro de atención de esta vergonzosa escena — Alfa. No me puedes hacer esto, te lo suplico... Sabes que esto... Me mataría, no lo soportaré, esto no, por favor

Patética y lamentable...

No había palabras más precisas para describirlo.

Y el chasquido fastidiado de la parte contraria la hizo sentir desfallecer, su corazón haciéndose trizas al ser primera espectadora de como el alfa acariciaba con total delicadeza el rostro de la mujer sobre él susurrándole algo que ella no fue capaz de escuchar, y todo pasó muy rápido, porque fue cuestión de segundos que le tomó a Hyunbin alzar al individuo que le impedía levantarse para dirigirse sin dudarlo hacia el cuerpo de su esposa y violentarla con un jaloneo de sus marrones cabellos, esta quejándose entre llantos cuando fue arrastrada sin ningún cuidado para luego ser lanzada fuera de su alcoba matrimonial, su espalda chocándose con brutalidad contra la pared del pasillo, turbándola unos cuantos segundos.

¿Se lo merecía?

Oh, muy probablemente sí...

Ya que esto era la consecuencia de sus acciones.

Por primera vez luego de años de estar conviviendo deseó enfrentarse con su pareja, recriminándole la falta empatía hacía ella, el cómo esto le afectaba cada día, el cómo esto la dejaba ante el resto al ser coronada como su esposa y madre de su primogénito... el cómo esto le causaba un daño emocional en su lobo... Deseo darse a respetar, lo deseó tanto, y esto era el pago de su deseo.

Había ignorado la principal regla de aquel palacio.

Obedecer y no reclamar.

Sus cansinos ojos yendo a parar al alto y corpulento alfa de cabellera pelinegro y piel tostada quien la desposó hace ya cuatro años, y Yongsun deseo llorar hasta menguar su dolor cuando la mirada que la recibió fue de asco e ira.

¿Por qué?

¿Por qué la odiaba tanto?

¿Por qué no podía ser tratada con delicadeza como todas esos omegas que ingresaban a su habitación para satisfacer a su marido?

¿Por qué?

— Hyunbin...

— ¡Cierra la maldita boca antes que yo te obligue a hacerlo! — regañó el mayor, acercándose con dominancia hacia el cuerpo frágil de la omega que temblaba, este no dudando en sostenerle con violencia el rostro, rápidamente un bajo llanto escuchándose — ¿Qué creías que lograrías al entrar así? ¡Dímelo, Yongsun! ¡Sabes muy bien que tienes prohibido ingresar cuando no te concedo el paso!

Gruesas y cristalinas lágrimas recorriendo las pomposas mejillas de la bella mujer destrozada tanto física como psicológicamente, y no se sabe de donde logró conseguir esta la valentía para espetar lo siguiente.

ANGEL FACE || KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora