XXIII

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Cuenta la leyenda
Que una hembra gitana
Conjuro a la Luna hasta el amanecer
...
Llorando pedía
Al llegar el día
"El poder ser amada por el hombre
el cual la desposó..."

La noche había caído y un bello joven miraba confundido todo a su alrededor, no reconociendo a simple vista aquel singular lugar donde altos árboles envueltos con sus finas hojas llenas de nieve lo rodeaban, estos junto a un río de quebrada que se alzaba junto a él creando una armonía tan sublime entre los sonidos característicos de la naturaleza que cautivaban sus sentidos.

El omega con la incertidumbre tintando en él bajando la mirada a su ropaje al sentirlo más liviano de lo habitual, sorprendiéndose al hallarse con un fino camisón blanquecino que le cubría hasta las rodillas, sus pies descalzos tocando entre sus dedos la fría nieve... y fue imposible impedir lo inevitable, dejando su cuerpo caer para agacharse a tomar la fina escarcha blanquecina entre sus manos.

No sentía frío, aun cuando sabía que el ambiente lo ameritaba.

Y era confuso, tan confuso el sentir aquel lugar conocido para él, pero a la misma vez desconociéndolo en su totalidad.

Un vacío

Vacío que hace mucho no sentía lo rodeaba

El joven llevándose sin darse cuenta sus templados falanges a acariciar su cuello por costumbre, y grata fue la sorpresa de encontrarse con la tersa piel intacta, el omega no percatándose o seguramente no acordándose del vacío de algo ya conocido tanto en su interior como en su parte superficial. Todo habiendo quedado en un segundo plano, tanto así que fue hasta olvidado.

Se sentía libre

Solo, libre y sin miedo

Como hace millones de años no se sentía

La emoción igualitaria a un infante habiendo tintado sus bellas facciones cuando un hermoso e imponente lobo blanco con ojos plateados apareció entre los árboles, este acercándose con parsimonia hacia él, a quien se le fue imposible no abrir sus brazos para recibirlo cuando este corrió en su dirección y la tierna risa que abandono sus labios cuando el animal lo tiró boca arriba, consecutivamente lamiéndole con cariño la mejilla.

Y fue deleite, llegando a ser tan gratificante la sensación que se quejó en voz baja tiempo después cuando este se apartó y el joven estaba a nada de protestar al pensar del futuro abandono de este, pero oh, la intención del lobo jamás fue marcharse como lo llegó a pensar en un comienzo el humano, claro que no, por el contrario, el lobo arqueando su espalda para que su panza tocara la blanquecina escarcha que cubría el lugar, toda esta acción conllevándose para que su lomo quedará a libre disposición del humano que miraba atento sus acciones con sus bellos almendrados ojos cafés brillando por sí solos.

Y el joven no supo comprender si fue capaz de entender al animal postrado ante él, el cual realizó una leve venía con su hocico, y no fue necesario el más mísero vocablo para poder ser comprendido el pedido. Esta conexión seguramente no siendo capaz de ser entendido por cualquiera, ya que se trataba de algo más allá de lo que el razonamiento humano alguna vez fuera capaz, en sus milenios, de entender. La sintonía entre ambos seres que si bien jamás se unieron como era de esperarse y estuvo planeado, fueron capaces de complementarse más allá de la lógica ya conocida, humano y lobo no haciendo falta el de reconocerse como habitualmente sucedía en este mundo... y todo gracias por que ya eran uno mucho antes.

"Tendrás tu deseo, mujer"
Desde el cielo habló la Luna llena
...
Pero a cambio quiero
El hijo que le engendres a él
...
Que quien su hijo inmola
Para no estar sola
Poco le iba a querer

ANGEL FACE || KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora