XXV

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Y cuando el último diminuto grano de arena dio por finalizado su recorrido en aquel envase con forma de reloj un sepulcral silencio se creó en aquel lugar místico lleno de árboles y nieve.

No había más que ella pudiera hacer...

La bellísima divinidad cerrando con fuerza sus finos párpados, dejando fluir aquellas puras perlas cristalinas en sus blanquecinas mejillas, un sentimiento de incompetencia carcomiendo su ser al no haber podido ser capaz de detener lo inevitable.

Y esto solo era el inicio...

El inicio de un desgarrador calvario que jamás se extinguió, el mismo que prefirió seguir entre las sombras cada movimiento de sus víctimas, llenándose con morbosidad de sus alegrías y sonrisas, para luego disfrutar al imaginar los rostros de los mismso cuando vieran como su mundo se desmoronaba por su sola presencia, el sufrimiento siendo su más codiciado placer.

Era atroz.

Pero así era este mundo... atroz y desgarrador... más aún con la gente que no cometió pecado alguno para ser merecedor de tal sentir.

Oh, nadie estaba preparado para lo que se avecinaba.

Nadie... inclusive ella.

• • •

¡Tienes que salvarlo!

El gritó tras la línea turbando a Soobin quien tuvo que alejar con rapidez su dispositivo móvil de su oreja al temer futuros daños a este, la confusión tintando su semblante al no comprender con exactitud a que se refería su colega.

— ¿Eh? ¿Garam? — empezó a nombrar, Soobin mandando a callar al contrario cuando este hablo de forma veloz sin dejarse entender en lo más mínimo — ¿De qué diablos estás hablando?

Y no supo comprender la pequeña exclamación de frustración tintada con miedo que este liberó, rápidamente escuchándose tras la línea como papeles y objetos eran movidos con brusquedad, a los pocos segundos en su lugar dejándose percibir pasos apresurándose hasta que el cerrar junto con el seguro de una puerta fue notorio.

Esto estaba inquietándolo...

¡No tengo mucho tiempo, Soobin, así que escúchame con atención! — hablo con la voz entrecortada el joven tras la línea, su respiración escuchándose pesada al seguramente estar pegando sus labios al micrófono del dispositivo — El señor Namgil hace unos instantes acaba de finalizar una reunión con una mujer que desconozco. Se que esto no te debe tan siquiera interesar al no ser tu área, pero el hecho es que, en aquella reunión esta mujer nombró en reiteradas ocasiones a tu príncipe

Y que Garam tuviera razón en su suposición de desinterés de su amigo era certera, sin embargo, ante aquel último detalle mencionado causando que la respiración de Soobin se atascará en su garganta, el miedo y paranoia calando profundo en él.

No podía ser real.

No podía serlo...

Tragando en seco ante el pavor, Soobin tuvo que mirar hacia ambos lados para asegurar el estar completamente a solas y al verificar aquello su voz saliendo sin desearlo entrecortada.

— Esa mujer... Esa mujer era ¿alfa? ¿Pudiste olerla?

Y deseaba, deseaba que el contrario negara sus sospechas, lo deseaba tanto.

Diosa, concédele tal deseo.

Lastimosamente, no podría hacerlo...

¡Sí! Era alfa, una mujer alta de cabellos negros y varias cicatrices en el rostro... su presencia era terrorífica, sin duda alguna

ANGEL FACE || KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora