Acuérdate de mí

Like a hostage

Viernes 5:00 am. Bogota, Colombia.

Desperté como todos los días para ir al colegio, me bañe y baje a desayunar con mis padres, el desayuno estuvo normal.
Después de desayunar mi padre me llevó al colegio.
Las clases estuvieron bien, hasta la hora del almuerzo.
-  No lo soporto, te lo juro, literalmente me cambiaría de colegio para no verlo - Digo mientras pongo la bandeja de comida sobre una de las mesas de la cafetería.
-¿Otra vez discutiste con Vargas? -  Dice una voz detrás de mi.
-Elia!! Que susto!!! - Digo el ver que era ella quien estaba detrás mío.
- Entonces... ¿Volviste a discutir con Martín? -  cuestiona
- ¿Puedes creer que el idiota intento besarme de nuevo? Ya no lo tolero Elia, desde que llegue a esta escuela es lo mismo - frunso las cejas y tomo un poco de jugo.
— Nunca voy a entender como Martín pasó de gustarte tanto a odiarlo en un solo día
— Cuando descubrí que era un mujeriego, arrogante, casanova, prepotente, Mezquino e idiota, a demás sabes lo que hizo, después de eso no esperes que él sea mi persona favorita en el mundo - me desplayo hablando.
— Está bien, está bien! Puedes parar _____  puedes parar.
— No lo toleró, venía camino a la cafetería y de la nada llegó por atrás y me abrazo por la espalda, no entiendo¿ que le pasa? Cuantas veces necesito dejarle en claro que no me moleste, que no me interésa nada de él.
— Hablando de él - dice Elia y voltea su mirada en dirección a donde venia Martín.
— Prefiero irme - Digo levantándome de la mesa.
— Oh! Se que no quieres irte en realidad.

Siento una mano en mi brazo, no ejerce mucha  fuerza, pero si la suficiente para evitar levantarme.
— ¿Eres idiota o que?, sueltame Martín.
Martín termina soltandome y aparece una gran sonrisa victoriosa en su ridícula cara.

— Vas a ternimar pidiéndome que nunca te suelte - grita a lo lejos.
No volveo a verlo, solo levantó la mano y le muestro el dedo de en medio.

El descansó terminó y regrese a clases, una más aburrida que otras, pero por fin terminaron.
Salí del aula camino a la salida del colegio, espere a Elia y caminamos juntas a la salida.
— Me gusta cuando sale el sol, por que tus ojos tienen un toque más esmeralda de lo normal, y mira que el sol no sale seguido en Bogota.

— Tenias que ser tu - Ruedo los ojos cuando lo tengo frente a mi.

— ¿Ya vas a aceptar salir un día conmigo?  - dice Martín mientras acomoda su mochila en su espalda.

— Eres tan estresante Martín, solo déjame en paz ya - Dijo apartandolo de mi lado.

— ¿Otra vez Martín? Vas a ser que _____  tenga un infarto por tanto hacer coraje- Dice Nath detrás de él, ella se acerca a mí y me deja en beso en la mejilla.

Nath y yo nos conocemos de una manera muy particular.

*flashback *
— Martín ya basta, no me gustas! No se quien te dijo eso, pero es una mentira, déjame ya!!

—Marto!! Deja a la pobre niña!! ¿No ves lo roja que esta?  Seguro la estas poniendo muy nerviosa.
Martín eboza una carcajada burlona.

— Tu hermano te está esperando en la salida, ya se van - Dice la chica apuntando hacia donde Martín tiene que ir.

— Martín suele ser un poco intenso a veces con las personas que le gustan, pero no te preocupes, nunca te va a faltar el respeto o sobre pasarse - Dice la chica mientras arregla el cuello de su camisa.

No comprendo por qué ella me dice eso, y creo que mi cara lo demuestra y ella cambia su expresión.
— Claro! No me he presentado!! - ríe - Soy Nathalia Campos, pero puedes decirme Nath, todos me llaman así, soy cuñada de Martín!
— Un gusto Nath - Digo con una sonrisa sincera en mi rostro.
Desde ese día Nath y yo nos hicimos  buenas amigas y ella suele llegar siempre para sacarme de las situaciones vergonzosas con Martin.
*Fin del flashback *