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Martín me dejó en la casa de Zendalla, conversamos mucho, le conté lo que Marck nos había dicho un día antes en la consulta y otras cosas.

— Uru, no lo puedo creer, ¿estas segura de lo que escuchaste?

— Zen si, claro que si, él le dijo a Simón que si era necesario para que yo sea feliz se alejaría de mi, no se que sentir, no se como explicar lo que siento, sus palabras me dolieron, me duelen aún. En parte es mi culpa.

—¿Por qué lo dices?

— Pensé que el me engañaba y...

— ________PATRICIA!!!!! Ese hombre es incapaz de engañarte.

— Lo sé, es solo que, no sé, yo no lo conozco Zen, por más que sea mi esposo, no recuerdo nada.

— Pero... ¿Como están ustedes? ¿Qué sientes por él?

— No se, estoy muy confundida, cuando lo veo jugar con Dav mi corazón se llena de amor, siento que no hay nada mejor que ellos, incluso siento que ahí es donde pertenezco, pero después, cuando estamos solos, las cosas son diferentes, el se vuelve distante.

— Tal vez él es así por que tu  pusiste de alguna manera una barrera entre los dos. ______ dime algo, ¿tienes miedo que el te deje?

— Mucho Zen, ¿que tal que el se quiere llevar a David con el?, Dios eso seria algo que yo no soportaría.

—¿Solo por eso? ¿No hay algo más?

— Igual me doleria que él se fuera, siento que estos días me he vuelto muy dependiente a él, cuando me siento vulnerable él está ahí, hace unos días recordé la noticia de la muerte de mi padre, y Martín me consoló, se quedó conmigo hasta que deje de llorar, llorar en sus brazos me hizo sentir a salvo, y que todo estaría bien.

— No cabe duda, lo amas, y aún que tu mente no lo recuerde, tu corazón si lo hace. - Zendalla me abraza mientras trato de evitar que mis lágrimas caigan.

/////

Pase toda la mañana en la casa de Zendalla, hasta que Martín regreso por mi.

— ¿Nos vemos mañana entonces para que me acompañes a comprar lo que te pedí?

— Claro! Nos vemos mañana Zen - la abrazo y me despido de ella, Martín hace lo mismo, Zen aprieta el hombro de Martín y le da unas pequeñas palmadas de animo en la espalda.

Salimos de su casa y subimos al auto.

— ¿Te parece si vamos juntos por David? A él le encanta cuando vamos los dos, ya que eso no pasa muy a menudo.

— ¿De verdad? ¿Por qué? - preguntó curiosa.

— Digamos que los últimos años las giras han aumentado de meses, y tu venias teniendo muchos proyectos, así que era difícil que ambos vinieramos por él.

— ¿Estamos mucho tiempo separados?

— No, realmente no, David entró al colegio hace un año, antes de eso tu y él venían de gira conmigo siempre que tus proyectos lo permitían, normalmente solo eran dos meses de rodaje, pero en esos meses de ves en cuando te escapabas un fin de semana y me alcanzaban en donde estuviera, siempre hemos sido muy unidos.

— Ya veo, debió de ser divertido estar de gira contigo - sonrío.

— lo era, pero para ser sincero lo que más disfrutaba era cuando me acompañaban al estudio, su compañia me hace bien, no me imagino una vida sin ustedes.

— creo que me pasa lo mismo - susurro para mi.

— ¿Disculpa?

— No, nada, solo te decía que es buena idea ir juntos por David.

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