Acuérdate de mí

What I have left to live

1 de diciembre.

Jueves, sin duda mi día favorito cuando era adolescente, pero ahora no los disfruto tanto, por que los jueves Martín y David se van toda la tarde a jugar béisbol con Marck, las semanas anteriores yo no iba, pero realmente ahora quiero ir, es decir, quiero pasar en tiempo con Martín.

Estoy  terminando de guardar el desayuno de David en su lonchera, Martín está ayudando a David lavándose los dientes.

— Mamiiii - David entra a la cocina corriendo.

— HEY!! HEY!! David ya te dije que nunca debes correr dentro de la casa te puedes caer, ya lo habíamos hablado. - Martín regaña a David y este se esconde rápidamente detrás de mis piernas.

— Prometo no volver a hacerlo papi - dice cabizbajo.

— Martín!! Esta bien, no tienes que ser tan duro con el, es solo un niño.

— Lo siento ______, pero el lo sabe, siempre se lo repetimos. - Martín hagarra la lochera de David y sale de la cocina. Se ve enojado.

Lleve a David a la cochera y lo subí al auto de Martín, lo puse en su silla y asegure el cinturón de seguridad, cerré la puerta del auto y fui a la parte trasera donde Martín estaba guardando unas cosas en el maletero.

—Martín, ¿esta todo bien?, es decir, ¿estamos bien no? Por que te siento enojado, ¿hice algo malo? ¿Olvide algo importante?.

— No, nada de eso. - Martín cierra la tapa del maletero y me mira. — Es solo que... Quedamos en nunca restarnos autoridad unos a otros frente  a David, entiendo que no lo recuerdas, pero solo, intentemos no volver a hacerlo, lo de ahora no fue la gran cosa, pero, ¿podríamos evitar que vuelva a pasar? - Dice con un poco de vergüenza en su voz.

— No me esperaba esta respuesta, pero prometo que no volvera a pasar, supongo que es parte de la educación que elegimos para Dav, y esta bien para mi. - Martín sonríe y sube al auto.

— Martín!! - grito antes de que el auto salga del garaje. Martín frena y baja la ventanilla.

— ¿Qué pasó?.

— ¿Quería preguntarte s-si puedo ir con ustedes hoy?

— ¿Al entrenamiento de Dav?

— Si, me gustaría acompañarlos, quiero ver a mi niño jugar - sonrío.

— _______ claro que si, David va a estar feliz de que regreses a acompañarlo - Martín sonríe.

— ¿Entonces regresas por mi?

— A las 3 pm estamos aquí para después irnos.

Me despido de Martín y se van.

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David está esta jugando béisbol con otros niños o otros papás, Martín se ve feliz, él tiene puesta una camisa de los Dodgers abierta y debajo lleva una camisa negra, no puedo dejar de verlo, estoy completamente hechizada por el.

David viene entre ratos a tomar agua, y regresa a jugar, estoy al pendiente de él, muero de miedo cada que le avientan la pelota, pero él lo resuelve bien. Llevan casi dos horas jugando, el entrenamiento está por terminar, Martín se aparta de los demás y viene hasta donde yo estoy sentada.

— ¿Muy cansado? - pregunto mientras le extiendo un termo con agua.

— Demasiado - ríe y toma agua, con la otra mano se quita la gorra que traía puesta.

— No bebas demasiado rápido, te va a doler es estomago - Digo casi sin pensarlo.

Estoy actuando como una mamá sobre protectora con él.