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-Bueno, me escaparé para verte.

-Lo dudo.

-No lo dudes tan...

-Venga, sigue contándome más sobre ti.- Sus interrupciones son constantes, una tras otra.

-Pues no sé, ¿que quieres saber?

-¿Naciste aquí? No tienes acento gallego.

-No, bueno soy de Córdoba, pero con ocho años mis padres decidieron venirse a vivir aquí.

-Lo sabía, lo sabía, lo supe desde el primer momento en el que abriste esa bocaza y dijiste "disculpame, no quería que..." y todo porque tenías hambre.- Contesta ella intentando imitar mi acento.

-No te sale muy bien, se nota que eres gallega de pura cepa.- Le digo riendo.

-Perdona que te diga, pero me sale genial.- Me río al escuchar esas últimas cuatro palabras. -¿De que te ríes?

-De nada, de nada.

-Estas tu muy graciosillo.

-¿Yo? Siempre, solo que no me conoces.- Respondo con chulería.

El silencio reina por primera vez, pero no es tan incómodo cómo podría haber llegado a imaginar. Ella sonríe burlona, y por muy raro que suene, me gusta su sonrisa, es dulce y tierna.

-Nanala debe de estar al llegar, así que voy a ponerme a fregar la vajilla.

Se levanta de la silla en la que estaba sentada, y se dirige a la cocina a lavar los platos y vasos que anteriormente hemos usado. La sigo sigilosamente y me quedo apoyado en la bancada mientras ella está totalmente concentrada en la vajilla.

-Sí necesitas ayuda...- Susurro para no arruinar el agradable silencio que hemos formado.

-¡Jobar! ¡Que susto idiota!- Grita la morena mientras se da la vuelta e intenta pegarme con el trapo de la cocina.

-¡Ay! Coño, para, que duele.

-Te jodes, me has asustado, casi se me sale el corazón, pensaba que estabas en la salita.- Dice mientras sigue lavando.

-Pues no, me vine ha hacerte compañía, pero ya veo que no soy bien recibido.

-¡Ay, pobrecito!- Responde acercándose a mí sutilmente.

El silencio se hace, solo se escuchan sus pasos acercándose a mí, y nuestras respiraciones, la cuáles cada vez van más rápido. Su cercanía no es nada sana, su mirada me penetra intensamente y me hipnotiza. Nuestras narices rozan, mis párpados caen sutilmente haciendo que mis ojos se cierren. Y justo cuando voy a juntar nuestros labios, sus manos se estampan a cada lado de mi cara, dejando mis cachetes llenos de espuma.

-¡Me cago en...!- Abro los ojos rápidamente y me encuentro con una sonrisa de oreja a oreja en la cara de la morena.

-¿Que esperabas? Te la tenía que devolver.- Contesta descojonándose.

-Eres una maldita mocosa, eres peor que mi hermana.- Sus risas no cesan.

-¡Oye! ¡Que ha sido una broma!- Pone un puchero intentando no reírse. -Tendrías que haber visto tu cara.

- Te vas a enterar.- Mi lengua repasa delicadamente mis labios.

Agarro sus brazos mientras ella intenta zafarse. La acerco a mí lo más que puedo, paso sus dos brazos a una sola mano mía, para que con la otra mano sobrante poder alzar su mentón y que me miré fijamente. Acerco mi rostro lentamente hacia el suyo, esto es raro, pero más raro es que no aparte su cara aún sabiendo cómo puede acabar está guerra, cuando veo que sus ojos se cierran delicadamente, es ahí cuando se que es el momento perfecto.
Me acerco todo lo que nuestras caras nos permiten, dejo un beso en su mejilla y cuando noto que una sonrisa se asoma por sus labios, entonces si que ataco, mi lengua lame toda su cara, desde la barbilla hasta la frente.

-¡QUE ASCO! ¡ERES UN CERDO!

-"¿Que esperabas? Te la tenía que devolver".- Contesto riendo mientras imito su marcado acento gallego.

-¡Yo no hablo así!

-"¡Yo no hablo así!"- Repito con un tono de voz agudo e imitando el acento.

-¡Callate!- Una mueca de cabreo se asoma por su rostro.

-Tu también tendrías que haber visto tu cara, a sido un poema.

-Oye ya, encima de que has empezado tu.

-¿Yo? Pero si has empezado tu pegándome una ostia en cada lado de la cara, y si eso no fuera poco me has manchado de espuma.

-No te he pegado, no seas mentiroso, y has empezado tu con lo del susto, y yo te la he devuelto sutilmente.- Se defiende.

-Sí, super sutil vaya.

-Para de quejarte, eres un exagerado.- Me riñe riendo.

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•¿Quién creéis que ha empezado? 🤔

•Gracias por leerlo 💗.

•Espero que os guste tanto como me ha gustado a mí escribirlo.

Indeleble.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora