-No lo sé Eva, no sabía si te acordabas de mí, y tampoco sabía si querías verme.
-¿Como no me voy a acordar de ti? La verdadera pregunta es...¿cuando vas a salir de mi cabeza Hugo Castillo?
-Lo mismo me pregunto yo, Eva María Barreiro, porque yo no tengo pensamiento de irme.- Ella sonríe risueña.
-Ni yo.
Nuestras miradas se conectan, pero nuestros ojos se turnan, van de los labios a los ojos, y de los ojos a los labios.
-Nada de bromas esta vez.- Digo refiriéndome a todas las bromas que nos hemos hecho cuando estábamos en ocasiones iguales.
-¿Vas a besarme y callarte? ¿O vas a seguir hablando?- Pregunta ella con una sonrisa tímida.
-¡Ay! La niña cómo se pone.
-Callate idiota.
Una bromita no vendría nada mal, así que hago como que miro el móvil y tecleo.
-Oye Eva, me tengo que ir ya, Javi me acaba de mandar un mensaje.- Ella me mira sería. -Me están esperando, Vega es muy impaciente, por si no sabías.
-Bueno está bien, adiós.- Ella hace el gesto de irse, pero la agarro del brazo y le doy vuelta. -¿Que ha...?
No consigue acabar la frase porque nuestros labios se unen, ella tarda unos segundo en reaccionar, pero cuando lo hace sigue el beso con ganas, los dos teníamos ganas de que pasara desde el primer día, fue como una conexión muy rara, nunca me había pasado eso con nadie.
-Era una broma, tonta.
-Es que si eres un idiota no es mi culpa.
-No te enfades anda.
-Es que siempre haces bromas en los peores momentos, y ya lo has hecho más de una vez.- Dice volviendo a acercarse.
-Osea que la señoría aquí presente tenía ganas de besarme desde hace tiempo.
-Se que tú a mí también, pero te estás haciendo el machote.
-Bueno, nunca lo sabrás, será un misterio para ti.
Entonces es ella la que entrelaza nuestros labios ahora. Los beso con más ganas que antes, nuestras bocas dan paso a que las lenguas se introduzcan y se conozcan. Deslizo mi mano por su cuello hasta posarla detrás de la cabeza y así profundizar más, ella apoya sus manos en mi pecho y yo con mi mano restante la apoyo en su cadera y la acerco más a mí, nuestros cuerpos está cerca, se sienten, pero el aire es necesario para el ser humano y a nosotros nos empieza a faltar, así que ella se separa y me sonríe dejando un pico en mis labios.
-Espero verte pronto.
-¿Sabes que si me das tu número podemos hablar?
-Ya, pero te lo tienes que ganar.
-¿No me lo he ganado después de invitarte a comer, y besarte maravillosamente bien?
-¿Eres un creído o me lo parece a mí?
-Te lo parece a ti, yo solo digo la verdad.
-Bueno quizás te hayas ganado los tres primeros números, así que apunta porque solo lo digo una vez.
Saco mi móvil y apunto en notas los tres primeros dígitos que ella me va diciendo.
-Pues ahí los tienes, ahora tienes que pensar como ganarte los otros seis.
-Eso está echo.
-Chao viejo cascarrabias.- Dice riendo.
-Hasta luego renacuaja de alcantarilla.
Ella entra a casa cerrándome la puerta en la cara mientras me saca el dedo, me quedé unos segundo pensando en lo que acaba de pasar, y camino hasta alcanzar a Javi y a Vega.
La pequeña está dormidita en los brazos del moreno.-¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?- Pregunto al ver que Javi no para de mirarme.
-Sí, una sonrisa de tonto coladito por los huesos de esa chica.
-¿Que hablas?
-Estas manchado del pintalabios que ella llevaba puesto.
-¡Mierda!- Digo limpiando mi boca.
-Hugo, Eva no llevaba pintalabios, y tu no tienes ninguna mancha, pero ya me has dejado claro que os habéis besado.
-Eres un cabrón en toda regla.- Él ríe sin parar.
-¿Sabes? Me alegro por ti, pero ten cuidado, ella no sabe quiénes somos en verdad.
-Y no lo sabrá.
-¿Vas a seguir con la mentira toda tu vida?- Pregunta él confuso.
-No, claro que no, esto es un juego de niños, nos liamos y ya está, cada uno por su camino.
-Yo no creo eso, pero si tú quieres pensar que sí, pues adelante.
-Claro que sí, ella puede estar con quien quiera, a mí ni me va ni me viene.
-¿Entonces porque te has puesto celoso con el camarero?
-No estaba celoso, solo que se nota que es un imbécil de los buenos, y no quiero que le haga daño, Eva y yo somos muy buenos amigos.
-Los amigos no se besan.
-Callate un mes colega.- Él vuelve a reír.
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•Gracias por leerlo 💗.
•Espero que os guste tanto como me ha gustado a mí escribirlo.
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Indeleble.
RomanceQuizás para ellos el amor era indeleble, adjetivo que describe algo que nunca podrá ser borrado u olvidado. Porque... ¿Qué culpa tenían ellos, de que la vida no les diera amor eterno? Y si la susa dicha si les hubiera dado un amor para siempre, ¿Ell...